Tenemos instaurado ese falso estado de que cuanto más tienes, más relevante eres. Hablemos de redes sociales y expongamos términos como seguidores, menciones, retweets, favs, visualizaciones o suscriptores, por poner algunos ejemplos. Si tienes 10.000 seguidores, mejor que 500. Si un tweet tiene 1.000 RT, será más viral que uno que tenga 10. Si un tweet tiene 20 favs habrá gustado más que uno que no tenga ninguno. Del mismo modo, si un vídeo tiene 7.000 visualizaciones tenderemos a pensar que ha gustado más que otro que haya tenido 200. Cuanto más, mejor. Es la preocupante realidad impuesta en el social media, donde todo se basa en cifras, en estadísticas, más allá de si tus contenidos son buenos realmente, o no. Si tienen repercusión numérica, serán mejores.
Sin embargo, no es del todo cierto. Partiendo de que es un parámetro que tiende a lo superficial, en ocasiones me encuentro contenidos propios que públicamente no tienen un gran impacto, que no tienen una gran interacción visible, pero que estadísticamente demuestran lo contrario. Es decir, contenidos que no tienen "Me Gusta", que no tienen RT, que nadie da FAV, pero que realmente han sido vistos, han sido consumidos, pero en la sombra, a oscuras, quizás por no hacer público un interés por el qué dirán.
Os pondré un caso reciente. Hace poco compartí un post hablando sobre el libro "Instagram. ¡Mucho más que fotos!". Un libro que me habían enviado y que compartí en mis redes sociales, en Instagram más concretamente. Normalmente, mis contenidos en Instagram tienen de media entre 450 y 500 Likes. Unas más, otras menos, pero la media de interacción es esa. Me he dado cuenta que muchas veces, cuando son contenidos que no van con la temática habitual, cuando publico fotos que no son de fútbol (por ejemplo, fotos personales o de libros que no son puramente futbolísticos) las interacciones visibles no son las mismas, bajan, son menores. A modo de "Esto no me interesa y por eso no te doy la interacción, no dejo mi like", las interacciones visibles descienden.
Sin embargo, ¿qué ocurre realmente? Analizas las estadísticas de interacción, de alcance, y son las mismas. Esos contenidos que aparentemente tienen menos interacción, no son tan inferiores al resto. Incluso a veces son superiores. Te das cuenta que la gente no te deja su interacción directa, pero le interesa de verdad, le atrae, adquieres su atención. Con el libro de Instagram comentado ocurrió. Tuvo 149 Likes. Comparado a la media de 450-500, es un valor numérico mucho menor y, entonces, estamos ante un caso de contenido "fracasado", porque no ha generado movimiento. Pero realmente no es así, realmente sí ha sido consumido. Siendo claros. Aparentemente, tuvo 149 likes, pero las cifras internas me confirman que fue expuesta a 4.748 personas, de las cuáles interactuaron con la foto un total de 3.126 personas. Es decir, más de 3.000 personas vieron la foto, pero menos de 150 dejaron su presencia.
¿Qué ocurre entonces? Eso que tantas veces he analizado, que tantas veces he discutido interiormente. El ser humano tiende al egoísmo. "¿Para qué compartir algo cuando no es necesario, cuando cumple mis necesidades y ya? Si alguien me ofrece algo gratis, lo consumo, y ya. Veo la foto, vídeo o noticia en cuestión y no tengo porqué compartirlo con nadie. Me da igual el resto". Algo así, más o menos. Pero al mismo tiempo ocurre algo que he llegado a catalogar como "Voyeurismo en redes sociales". Consumir contenidos de otros en silencio, en mi intimidad, sin hacer ruido, cotilleando y cubriendo esa necesidad que la privacidad (o la que nos hacen creer que tenemos) en redes e Internet nos permite tener.
Es lo que ocurre con esos contenidos que visiblemente no funcionan, comentados anteriormente. Quien entre a mi perfil de Instagram y vea poca interacción entenderá de forma automática que esa foto no ha tenido repercusión, no ha sido consumida, ha generado poco interés. Pero entonces entra en juego el voyeurismo del usuario y te demuestra en las estadísticas de las apps que no es así, que ese contenido se ha consumido, y que ha generado las expectativas esperadas.
