Desde la semana pasada, he visto decenas de comentarios idénticos, con la misma ironía, con la misma falta de originalidad, con el mismo falso mensaje de "No me importa" pero importa.
Twitter puso fin a los verificados de cuenta, salvo que pagues. Salvo que contraten la suscripción de Twitter Blue, las cuentas con el check azul habrán perdido su "privilegio". Entonces, ahora, de repente, millones de cuentas han perdido ese estatus. La reacción ha sido demasiado triste. Triste, pese a que, al ser muchos los casos, parezca que es algo injusto.
No es algo injusto. Sería injusto si hubieras hecho algo importante para conseguirlo más allá de ser alguien (teóricamente) relevante. Ahora, afirman que los fakes pueden pagar el verificado y, así, cometer muchas fechorías. Sin embargo, en serio, ¿la gente no sabe mirar cuántos seguidores tiene la cuenta para verificar (nunca mejor dicho) que es la cuenta real. ¿De verdad hay personas que ven una cuenta de Justin Bieber con 100.000 seguidores (tiene 113 millones) y creen que es el real?
Estoy viendo muchas cosas:
El drama que se ha creado por algo absolutamente absurdo es preocupante.
Si no quieres, no pagas. No pasa nada. Puedes seguir usando la cuenta sin problemas. A no ser, claro, que la base de tu cuenta de Twitter sea el ego que te daba tener un logo azul en tu perfil.
Twitter Blue va mucho más allá del verificado, pero no se habla de ello.
¿En serio la gente no sabe comprobar el número de seguidores de las cuentas para ver si es un fake o la real?
La ya concurrida broma, tras perder el check azul, haciendo ver que no les importa es preocupante. Es una forma de usar la broma para esconder un sentimiento de pérdida y de ego dolido. Entre broma y broma, la verdad asoma, dicen.
Se quejan, hacen ver que es algo injusto, pero ahí seguirán, porque lo necesitan.
Por cierto, yo quizás pague Twitter Blue, y he explicado las razones en este post del blog.
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