Soy community manager desde hace unos años. Me dedico diariamente a manejar redes sociales, ya sean propias o profesionales. Sé cómo funcionan los entresijos de una industria del clic que inunda todo aquel espacio 'social' en la red. Medios de comunicación expuestos a una supervivencia basada casi de forma exclusiva al clic. A más visitas, más dinero, y cuando éste llega todo lo que sea bajar de unas cifras concretas serán malos resultados. Eso sí, muchos olvidarán que lo que ahora es X antes era X-1 y si ahora no se llega a X+1 serán malos resultados. Pero esto es otro tema.
Escribo este post por una doble razón. Primero, lo importante, por la contradicción que viví el pasado domingo en mi perfil de Twitter y, segundo, para tratar el tema de las visitas a costa de temas escabrosos, como una muerte en este caso.
Compartí el pasado domingo este tweet sin mayor intención que comunicar, que informar, el fallecimiento de un portero en Indonesia. Sin más. Una noticia triste, pero que se convirtió en todo lo contrario a lo que quería.
De verdad. Triste. Triste porque luego dedicas horas, esfuerzo, a presentar un texto trabajado, documentado, investigado (sirvan los ejemplos también de vídeos, infografías,etc), lo compartes con toda la ilusión del mundo, y si te leen 500 personas debes celebrarlo, tirar una traca e invitar a paella a tus compañeros. "Queremos calidad. Basta ya de contenidos de mierda". Lo habré escuchado y leído miles de veces a lo largo de mi trayectoria, pero luego le pones la calidad, el post trabajado, el contenido serio que reclaman y les da pereza. Porque es así. A la gente le da pereza leer, 'perder' su tiempo consumiendo un contenido al que le deben dedicar más de 5-10 minutos.
Esta triste noticia, un ejemplo más. Una noticia que compartí, sin más, como puedo compartir decenas a diario, pero con un alcance brutal de interacciones y clics a la página web que, claro está, puso sin pudor alguna el vídeo y momento del golpe que sufrió el guardameta y que, posteriormente, sobre el campo, le supuso la muerte.
Bienvenidos, bienvenidas, a la industria del clic, del morbo, del contenido mierder que da dinero.
