Es uno de los grandes temas del verano futbolístico. La Premier League Inglesa ha vuelto a sacar el talón y la chequera. El fútbol inglés ha vuelto a imponer su dominio en el mercado de fichajes a golpe de dinero e inversiones. Con gran diferencia, el torneo que más dinero lleva gastado, hasta la fecha. Evidentemente, está generando titulares y debates de todo tipo respecto a este aspecto, la gran mayoría en tonos negativos, críticos.
Las críticas son totales. ¿Cómo pueden malgastar tanto dinero? ¿Cómo pueden inflar tanto el mercado de traspasos? Comentarios gratuitos que inundan las redes sociales a diario, que quieren transmitir un malestar e indignación que son ficticios, irreales, mentira.
La Premier League está siendo criticada, pero ¿cuál será el torneo liguero más seguido la próxima temporada? ¿Cuál será la liga más mediática del mundo, una vez más? Exacto. Recientemente pensaba en el disgusto que debían tener los grandes propietarios del torneo, los grandes clubes ingleses, viendo las críticas recibidas por sus grandes inversiones, por los grandes fichajes que se están realizando este verano. Según estos comentarios, nadie verá el campeonato, nadie lo seguirá, nadie le dará apoyo porque están haciendo inversiones poco éticas, desorbitadas, sin valores. Nótese la ironía.
Una sociedad en la que se afirma públicamente X y se hace, en la intimidad, Y, probablemente de forma pirata (el torneo inglés así lo ha confirmado, se consume más de forma ilegal que con servicios de pago). La gente va a ver la Premier League 2017/18, y lo hará seguramente con mucha atención. Seguirán de cerca los grandes traspasos, tales como Lukaku, Morata, Bernardo Silva o Lacazette. Seguirán de cerca un campeonato por el que llegan a pelear 7 clubes de forma directa, donde los puestos europeos tienen un precio alto (cómo no). Seguirán de cerca el campeonato más mediático donde todo está preparado y previsto de forma perfecta.
Unas críticas veraniegas que se producen por el simple hecho de que es popular, de que es la moda, pero luego no se cumplirán. Todos aquellos que catalogan de surrealista, por ejemplo, el precio pagado por Álvaro Morata al Chelsea, seguirán de cerca la andadura del actual campeón con todos sus españoles en sus filas. Pero ya nada pasará, porque la corriente veraniega del “¡Qué locura pagar eso!” ya no existirá, se habrá difuminado, y nadie caerá en la contradicción de que consumirán de forma masiva algo que ahora critican.
Críticas estériles, gratuitas, con sentido pero ficticias. Nadie pone en duda las grandes inversiones que han realizado los clubes de la Premier League. Que el mercado de fichajes esté viviendo traspasos históricos, cada vez más, tiene en el foco británico uno de sus haces de luz más vibrantes y potentes, casi cegadores, pero el show y espectáculo del campeonato inglés tiene en el dinero su gran base, su suelo más sólido, y cuando el pitido del colegiado dé inicio a la temporada nadie recordará lo poco ético de lo que está ocurriendo. Donde dije “digo”, digo “Diego, y a otra cosa.
La Premier League volverá a ser una de las mejores ligas del planeta, volverá a ser una de las ligas más seguidas a nivel mundial, de las más mediáticas, pese a las críticas que está recibiendo este verano. Puro humo artificial que se esfumará con la más mínima brisa. Nada por lo que preocuparse. Nada de niebla tóxica.
