Tengo una nueva referente

Una de las cosas que más me agradan es poner nombre a pasiones. Mi ser autodidacta aprende, analiza, consigue metas, pero muchas veces solo conozco las sensaciones, la pasión, los sentimientos que me produce.

Digo todo esto porque me ha pasado muchas veces a lo largo de mi vida. Por ejemplo, de voy a hablar hoy, con la fotografía. Me gusta muchísimo la fotografía, pero técnicamente no tengo los conocimientos académicos absolutos. Tampoco en vídeo, pero es cierto que en este ámbito sí tengo estudios y podría tener más argumentos para mi defensa. Aunque, claro está, la fotografía es la base del vídeo (la cantidad de imágenes a una gran velocidad crean el vídeo) y por ello sí es cierto que en mi experiencia académica estudié la base de la fotografía, pero no podría declarar mi dominio total.

Todo esto lo comento porque desde hace años he ido aprendiendo sobre la ejecución con mi iPhone y mis (cada vez más) cámaras, tanto analógicas como digitales. Sin embargo, gracias a esa experiencia personal, he ido dotándome de un estilo en el que me desenvuelvo cómodo y, confieso, me gusta muchísimo.

Hablo de fotografía basada en reflejos. También fotografía minimalista, pero la expresión mediante el reflejo es algo que me parece tan interesante, trabajado y misterioso que ha acabado siendo mi estilo preferido. Puedes ver todas en la sección Fotogramas de esta misma web.

Decía líneas atrás lo de que no tengo conocimientos puramente fotográficos porque en esa materia desconozco, quizás, nombres propios relevantes. No que no me interesen, pero quizás no las tenía localizadas. Esta semana pasada he descubierto la extraordinaria existencia pasada de Vivian Maier, una fotógrafa con una historia fascinante y con un estilo fotográfico con el que me he visto totalmente reflejado. Nunca mejor dicho.

El reflejo era uno de sus más característicos estilos. Al ver sus fotografías fue encontrar un referente total, sin dudas, sin incógnitas. A partir de ahora, ya tengo un nuevo referente, y es algo maravilloso. Tener referentes es vital para no perderse en la vida.