El pasado 28 de mayo, Jude Bellingham, tras disputar el último partido de la temporada en casa, tras empatar 2-2 ante el Mainz y perder el título de Bundesliga, en favor del Bayern de Múnich, dejó la siguiente instantánea.
Totalmente emocionado. Triste, incluso quizás decepcionado por no haber conseguido el título. Sin embargo, ahora, tras conocerse oficialmente que es nuevo futbolista del Real Madrid, esas lágrimas se convierten en un gesto emocional de despedida. Quizás ahí ya sabía que dejaba el Borussia Dortmund. Quizás esa mirada hacia la grada transmitía mentalmente un "Gracias por todo", sabiendo que se marchaba.
Lo que parecía una emoción por no haber sido campeón quizás ahora refleje ese mismo escenario, el de no ser campeón, pero con el matiz de que su deseo era marcharse por todo lo alto, con la fiesta en el Signal Iduna Park. Por aquel entonces, el rumor de su fichaje por el Real Madrid ya era importante, seguramente estuviera muy avanzado y aquella pérdida del título in-extremis no entraba en los planes. Haberse ido con un título habría cambiado las sensaciones que en ese preciso instante hicieron acto de presencia.
No sólo era una despedida de la temporada. Era una despedida del Borussia Dortmund que acabaría confirmándose hace unos días.
Comments