El Brentford ya pensaba en esa victoria 0-1, en uno de tantos derbis de la ciudad de Londres, contra el Brenford. Valía el gol de Vitaly Janelt en la primera parte, el ambiente en las gradas locales del siempre romántico estadio de Craven Cottage, pero llegó Harry Wilson.
El Fulham ganó 2-1 un partido que perdía 0-1 en el minuto 91. Una locura. Un final de encuentro épico, explosivo, que hizo estallar en júbilo a los cottagers y hundió anímicamente a los bees. Harry Wilson, con un doblete tan decisivo como estéticamente precioso, fue el héroe. Un remate técnicamente delicioso en el 1-1 y un remate de cabeza extraordinario en el 2-1 le sirvieron para darle la vuelta a todo.
Cinco minutos de locura. Cinco minutos que se convirtieron en la guinda perfecta de la 10ª jornada de Premier League.
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