El periodo navideño me está permitiendo tener cierto tiempo libre que, por cuestiones personales, no estoy aprovechando para realizar viajes y similares, pero sí para adelantar proyectos, gestionar nuevas herramientas, investigar en temas que me llaman la atención. En la era donde todo se ve, todo se consume, donde todo lo que se muestra en redes e Internet parece ser la realidad, quería escribir sobre esto.
Gestiono nuevos contenidos, nuevas herramientas. Me suscribo a cursos para adquirir nuevos conocimientos, para adquirir nuevas formas de explotar mis ideas. Y eso es lo que me guardo, lo que aparentemente no hago. No mostrar novedades no quiere decir que sea todo inmóvil. Estoy aprovechando las últimas semanas para nuevos cambios, para sentir una ilusión que seguramente debía renovar. La imagen que inicia este post, un ejemplo.
He encontrado cursos y nuevas herramientas que, primero, me hacen una ilusión enorme y que, segundo, me van a permitir llevar a cabo ideas que están guardadas (que no olvidadas) desde hace tiempo. Estoy convencido de que el año 2019 va a valer mucho la pena. 2018 ha consagrado ciertos detalles, con grandes pasos adelante (todavía sigo sorprendiéndome cómo evoluciona todo) y ahora deberé ir dando pasos adelante por mi cuenta. Con un proyecto sólido e importante que me permite cierta estabilidad, ahora toca (con esa tranquilidad) aprovechar los huecos para moldear y dar forma a ideas que nacieron hace tiempo, quizás demasiado.