Esta semana vi un corto que me dejó pensando un rato. Se trata de Influencer, de la directora Nerea Torrijos, está en Filmin y narra el proceso de cambio de una mujer que sigue con pasión a una famosa influencer de Instagram.
Me dejó pensando, primero, por cómo evoluciona y hacia dónde la historia; segundo, porque me temo que existen personas que hagan lo mismo; tercero, porque es esconde el reflejo perfecto de lo que son las redes sociales.
La protagonista en cuestión decide hacerse retoques estéticos para parecerse (primero) y convertirse (luego) en su influencer favorita. Al principio, todo sale bien, todo son halagos, buenas noticias y el dinero llega en grandes cantidades. Pero ocurre algo con la influencer real y todo se le vuelve a su contra.
¿Por qué lo recomiendo? Porque creo que refleja perfectamente lo que son las redes sociales. Puedes seguir, adorar, criticar u odiar a una persona, a un o una influencer, pero no conoces nada de él o de ella. Sabes y conoces lo que se ve públicamente, lo que eligen compartir contigo, conmigo, con todos. Eso, muchas veces, no es la realidad y entonces nos encontramos a personajes públicos que venden una cara que no es la real.
En este corto sucede algo serio y grave, pero en menor porcentaje de acentuación es más de lo mismo. Likes a fotografías impostadas, a contenidos creados con un único propósito, a sonrisas que desaparecen cuando la cámara acaba con su función.
Me gustó mucho y creo que puede gustarte. Es un corto. No pierdes tampoco mucho tiempo si decides verlo y, por lo que sea, resulta que no te gusta demasiado. No habrás perdido 1-2 horas de tu vida.
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