Me costó tener confianza en Olivier Giroud. Me parecía un buen delantero, pero sin más extravagancias, sin más adjetivos, sin caer en la sobrevaloración. Era bueno, firmaba buenas cifras goleadoras, pero sin ser demoledoras, sin ser rotundas. De hecho, siempre he creído que ha sido irregular. Pero con el paso de los años he ido fijándome más en su fútbol, en su silencio competitivo, en su segundo plano mediático, y he acabado convenciéndome de que estamos ante un delantero muchísimo más interesante de lo que dice su currículum. Quizás no lo sepas, pero Giroud es uno de los mejores rematadores de cabeza del fútbol inglés. Las cifras de goles de cabeza del francés son escandalosas y aunque muchas de sus ocasiones últimamente no acaben dentro de la portería sólo hay que fijarse bien en su forma de actuar dentro del área. En serio, os pongo deberes para el próximo partido del Chelsea. Primero, que juegue, porque últimamente no es la primera opción de Lampard para el ataque Blue. Ni siquiera la segunda. Jugadores como Timo Werner y Tammy Abraham aparentemente aparecen como las primeras opciones del técnico inglés, pero pese a ello, insisto, hay que fijarse muy bien en los minutos que tenga el bueno de Giroud. Su poderío aéreo es rotundo. Acabe la jugada en gol, o no, lo que sí ocurra posiblemente es que Giroud acabe rematando un balón centrado desde cualquier lado. Por banda derecha, rematará probablemente. Por banda izquierda, acabará batallando con el rival. Hace unos años se convirtió oficialmente, junto a Michail Antonio (West Ham), en el mejor cabeceador del fútbol británico. Y esahí cuando, a raíz de leer el dato, empecé a sentir curiosidad por ver si ese dato era real, si esa estadística era tan real como así afirmaban los números. Y debo reconocer que me sorprendió. Muchísimo de hecho. Ese era uno de los datos y situaciones que quería expresar en este artículo, ya que realmente me gustaría hacer hincapié en otro mucho más reciente. Giroud es el segundo máximo goleador histórico (44 goles) de Francia, de la selección francesa. Sí. Sólo superado por Thierry Henry (51) y la opción de que el (todavía) delantero del Chelsea alcance el primer puesto del ránking histórico es real, viable, accesible. Debería marcar 7 goles con el combinado galo antes de retirarse. Lo veo, sinceramente. Podría afirmar rotundamente en estas líneas que, a día de hoy, creo que lo conseguirá. Pero, por ello, me parece tan curioso, tan interesante, ver cómo pudiendo conseguir un dato tan importante e histórico, sigue siendo considerado un delantero de segundo foco mundial. Sí, insisto. Todos sabemos que es un delantero conocido, que marca cifras interesantes, pero la sensación universal aquí y allá es que Olivier Giroud no es un atacante TOP mundial. Sabemos que hizo un traspaso polémico/morboso cuando decidió dejar el Arsenal para marcharse al Chelsea, rivales londinenses. Muchos le crucificaron en Londres, pero lo cierto es que, quitando ese contexto, Giroud sigue siendo ese delantero silencioso, pero productivo. Uno de los mejores cabeceadores del fútbol inglés y segundo máximo goleador histórico de Francia. Un futbolista que igual te cabecea un balón que un piano, y que oposita seriamente a ser oficialmente el máximo goleador batiendo a toda una leyenda como Thierry Henry. ¿No os parece curiosamente extraordinario? Si tras leer estas líneas al menos he conseguido que veas a Olivier Giroud con otros ojos, si he conseguido que la próxima vez que le veas en acción te fijes en su capacidad de remate, ya habrá servido de algo. E insisto, una vez más, no es mi delantero favorito, pero no reconocer sus datos, sus cifras, su silencio profesional pese a no tener todos los minutos del mundo, me parece injusto.
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