Hace casi 4 años inicié una idea. O al menos empecé a darle forma. Encontré la forma de (intentar) unir dos de mis grandes pasiones y me puse a ello. Quería escribir un libro. Un libro de los normales, de los de toda la vida. Nada de ebooks ni nada de eso. Un libro de verdad, de los físicos, de los que huelen a tinta. Como digo, me puse a ello. Encontré cientos de datos, incluso me atrevería a decir que algún millar. Una idea que me hacía ilusión. De repente vi juntadas dos de mis pasiones y, por qué no, decidí que a lo mejor era bonito ponerme a ello para cuando quisiera o pudiera hacerlo realidad.
Aquello empezó bien, fuerte. Le dedicaba tiempo todas las semanas. No a diario, por cuestiones laborales y de falta de tiempo, pero sí dedicaba mis días libres a ponerme a ello. Buscaba, filtraba, apartaba, elegía. Así conseguí una carpeta repleta de folios impresos, otros con apuntes a mano. Mi primer libro estaba de camino y era una ilusión muy bonita. Pero poco a poco fue quedando en el olvido.
Fue en 2018, otra vez (curiosamente) en Madrid, cuando retomé la rutina. Esta vez sí más asiduamente. Encontré una cafetería acogedora en el romántico Barrio de las Letras y allí acudía casi todas las tardes para dedicar 1-2 horas a ello. Pero por una serie de circunstancias personales tuve que dejarlo aparcado nuevamente.
Y ahora, en 2019, siendo consciente de que tengo mucho trabajo hecho, quizás haya llegado el momento de volver a retomarlo. ¿Definitivamente? No lo sé. Pero sí sé que siento cierto cosquilleo, que me apetece, que quiero empezar a darle forma de verdad. Siento que tengo una base sólida, que tengo los medios, los materiales, y llega el momento de ponerme a construir, de moldear, de darle forma y vida. Es por ello que quizás me anime. Como digo, tengo mucho trabajo ya adelantado. Tengo mucha información recopilada (a veces siento que lo que realmente me motivaba era eso, buscar, encontrar historias) y sólo hace falta empezar a darle un sentido.
¿Verá la luz en 2019? Sinceramente, creo que no, pero no descarto que así sea en 2020.
¿Tiene algo que ver la foto de cabecera de este post? No, pero me gustaba, me hacía soñar con un mundo así, y como este libro, su temática, me ha hecho soñar millones de veces, creí que era una bonita excusa para ponerla de encabezado.
Veremos si, finalmente, esto sale adelante.
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