Jordi Wild, por muchas razones, es uno de los creadores de contenidos más conocidos de España. Uno de los referentes de YouTube por su ya extensa trayectoria en la plataforma. Ahora, creador del podcast The Wild Project.
Quizás esta breve introducción era innecesaria, pero tengo claro que tengo una opinión bastante clara sobre él. Veo (y escucho, cuando hago deporte) su podcast y debo confesar que tengo posicionamientos casi contrarios.
Me gustan sus invitados, él no tanto. Me gustan las anécdotas e historias de la gente que invita al podcast, las suyas no tanto. Empecé a seguir su trayectoria durante el confinamiento (creo) y sin haber vivido su "época dorada" de dudosa calidad y gusto. Para muchos y (sobre todo) muchas, aquello es una huella imborrable en su trayectoria. Yo, que no le seguí de cerca por entonces, lo cierto es que no me afecta en ese sentido.
Lo que sí noto es que, pese a que teóricamente ha dejado atrás esa etapa, tiene ciertos comentarios, actitudes, verbalizaciones, que no me generan demasiada confianza, ni atención. No me gusta su discurso, en resumidas cuentas.
Sin embargo, igual que digo eso, reconozco que su podcast es interesante. Es interesante, por encima de todo, porque acuden invitados muy interesantes, muy diversos los unos de los otros, con historias y anécdotas muy curiosas. Por ello, básicamente. Por ello, semanalmente acudo a su llamada. No siempre, también te digo, porque hay protagonistas que no me interesan. Recientemente, me pasó con un invitado con el que iba hablar de lucha y deportes de contacto. No es mi rollo.
En resumen: me gustan los invitados de su podcast. Él, no tanto. Eso sí, jamás diré públicamente lo que interiormente pienso. Puedo mostrar mi desacuerdo, pero no más allá.
Comentários