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Foto del escritorEsteban Gómez

Ojalá ocurra

Sobre vivir en casa de tus padres y no verlo objetivamente, sino lleno de nostalgia


Recientemente, me ocurrió algo curioso. Recibí un impacto emocional a raíz de un vídeo de Juliana Canet con el que me vi identificado. Pero fue diferente. Fue diferente porque estaba en el lugar adecuado para sentirlo así. Si me hubiera pasado en Madrid, en mi residencia habitual, creo, no hubiera sido igual, ni parecido.


He pasado unas semanas en casa, en la Comunitat Valenciana y siempre suele ser una experiencia rara. Sobre todo, desde hace cinco años, cuando falleció mi padre. Juliana Canet afirmaba en su vídeo algo así como que, cuando volvemos a casas de nuestros padres, lo hacemos con el chip comparativo de nuestro pasado, con un chip que no es objetivo. Es decir, nunca estamos en casa de nuestros padres sintiéndonos como en un lugar cualquiera.


Podemos ser conscientes de la casa en sí, de las fotografías, de muchos detalles que siempre fueron mínimos y ahora son relevantes. Vemos la que fue nuestra casa (realmente era de nuestros padres y nos permitían vivir ahí. Piénsalo) con un filtro añadido que no pasa en otros sitios. Imaginad que alquiláis una casa por Airbnb. La visitáis y podrá gustaros más, o menos, pero nunca iréis más allá. En casa de nuestros padres siempre vienen los recuerdos, siempre vienen pensamientos de cómo montaron su proyecto de vida, con qué ilusiones. Te preguntas por qué eligieron ese mueble y no otro, porque decidieron vivir en ese barrio, por qué vivir en un primero y no en un cuarto...


Esa afirmación me pilló en casa de mis padres, pasando unas semanas de desconexión y de reencontrarme. Claro, al escucharle, giré la mirada y no me vi en mi despacho madrileño, estaba en casa, en la casa en la que he crecido. La casa que, incluso cuando mi madre ya no esté, seguiré visitando sabiendo que ahí han pasado cosas especiales, importantes, relevantes.


Piénsalo. Cuando vas a casa de tus padres, ¿eres totalmente objetiva u objetivo? En casa de nuestros padres jamás podremos desconectar con ese vínculo familiar y emocional.

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