Es algo parecido al shock. Un estado de superación desde la semana pasada. Soy valenciano, tengo familiares y amistades en Paiporta, familiares en Torrent, y yo vivo lejos, todavía sin poder ir.
Desde el primer momento, me negué a publicar cosas relacionadas a fútbol, contenido por lo que se ha caracterizado mi marca profesional redes sociales desde que la inicié, allá por 2009. No me salía. No me nacía. Me limitaba a dar RT, primero, porque me sentía demasiado desconcertado por todo lo que me llegaba desde lejos.
Y aquí sigo, casi una semana después. Pienso cómo y cuándo volveré a publicar contenidos relacionados a mi marca. Y no sé. No sé cuándo pasará. Pienso "dentro de una semana" y siento que es pronto. "Dos semanas", y me sigue produciendo una sensación de tristeza.
¿Cuándo será el momento perfecto para volver a la normalidad? El desastre, pese a vivir lejos y sin poder volver por ahora, duele. Duele ver a mi tierra destrozada. Duele ver a esas familias abandonadas y toda la mierda mediática que se ha montado sobre ellos por culpa de gentuza sin escrúpulos a quienes lo mejor que les deseo, como mínimo, es una enfermedad larga y lenta de un familiar cercano. Partiendo de ahí, lo que el destino quiera. Asco.
Ahora mismo, pienso en el próximo fin de semana, veo un Liverpool-Aston Villa, un Brighton-Manchester City, un Nottingham Forest-Newcastle United y un Arsenal-Chelsea. "Impresionante", me nace el pensamiento, pero "Joder, es pronto. Seguirá habiendo gente en problemas."
Y me jode. Me jode por lo obvio, pero también porque muchos otros periodistas (algunos de ellos ya no están en mi timeline, después de muchos años) hacen como si nada. Y están en su derecho, supongo. Es poco ético, dejan que desear mucho, pero están en su derecho.¿Por qué yo, teniendo el mismo derecho, no me veo preparado ni siquiera para saber cuándo podré hacerlo? Incluso he dudado si publicar esto. He ido escribiendo, porque necesito expresarlo más allá de la gente con la que estoy hablando vía interna, pero por ahora están en Borradores.
Este fin de semana, me sentía mal queriendo ver partidos. C, una amiga y compañera de profesión, me animó a ello. "Desconecta. Deja de leer redes. Te va a explotar la cabeza. Es asfixiante. Ponte fútbol, te ayudará" Y acabé viendo un par, de fondo, como queriendo distraer la mente. Lo conseguí, un poco, pero no tenía la conciencia tranquila al cien por cien.
¿Cuándo podré calmarme mentalmente? ¿Cuándo dejaré de sentirme culpable por no dar bola a lo que está pasando? Y lo peor, ¿cuándo dejaré de pensar que, al publicar los contenidos habituales, la gente podrá recriminármelo? La autocensura, que dicen, y que llevo instalada desde hace muchos años desde que Twitter Fútbol se convirtió en una cloaca repleta de cavernícolas, ratas y comida podrida.
Comments