Llegó el día. Uno de los momentos más esperados por millones de aficionados en el mundo. Hoy se celebra una nueva gala del Balón de Oro. Tras cancelarse el pasado año por motivos de la pandemia, France Football retoma uno de sus eventos más populares para reconocer públicamente al mejor futbolista del mundo.
Criticado por unos, apoyado por otros. El Balón de Oro vuelve a escena. Unos afirman que es injusto premiar a un individuo que pertenece a un deporte colectivo. Los otros apoyan la idea de premiar al jugador más destacado del mundo.
Un galardón tan criticado como esperado. Las dudas siempre están presentes. ¿Se premia al mejor jugador del mundo? ¿Cómo se valora eso de forma objetiva? ¿Se da prioridad al número de trofeos ganados? Muchas preguntas sin respuesta que, pese a todo, harán que hoy París se convierta en el gran foco del fútbol mundial.
Quiero expresar en las siguientes líneas mi favorito.
Tengo dos nombres por encima del resto: Jorginho y Lewandowski.
Jorginho creo que ha firmado uno de los mejores años de su carrera deportiva. A nivel de títulos, por motivos más que obvios. Campeón de la Champions League y Supercopa de Europa con el Chelsea, y ganador de la Eurocopa con Italia. Nadie le supera en esto. Pero es que lo ha conseguido firmando actuaciones extraordinarias tanto a nivel de clubes como de selecciones. La gente pone en duda su candidatura porque todavía tienen el prejuicio de "¿Cómo va a ganar un jugador como él el Balón de Oro?". Pues sencillamente porque lo merece.
Sin embargo, pese a que no me llamaría la atención que ocurriera, pese a que me parecería más que merecido, creo que France Football debería darle el galardón a Robert Lewandowski. Intentar defender la candidatura del delantero polaco es como afirmar la nieve es blanca o que el cielo es azul. Sólo los ignorantes no lo entenderían. Si no es el mejor delantero del mundo, poco le falta. Sus cifras son tan imponentes, espectaculares y determinantes como autoritarias. Dudar de él sería casi un delito. Pero, además de todo ello (que ha venido firmando en los últimos cuatro-cinco años) el Balón de Oro le debe su premio.
Era el gran favorito casi de forma incontestable el año pasado. Ningún jugador había estado por encima de él. Nadie. Ningún futbolista había firmado mejores cifras ni había sido más determinante para sus respectivos equipos. Sin embargo, la pandemia echó por tierra su sueño, ya que France Football decidió suspender el premio para evitar las aglomeraciones de la gala. Un movimiento tan injusto como criticado. Lewandowski sí recibió otros premios de otros organismos, pero no el Balón de Oro, el galardón referencial.
Entonces, el fútbol está en deuda con él. Ya no por su maravilloso estado de forma, sino porque lo hace por segundo año consecutivo y porque sería de justicia que el atacante del Bayern de Múnich fuera reconocido a nivel mundial como el mejor jugador del mundo. Por lo ocurrido hace un año, por sus capacidades futbolísticas, por lograrlo en una potencia del fútbol europeo, Lewandowski debería ser el próximo Balón de Oro.
Mi primera opción es Lewandowski. Si no ocurriera (situación que me decepcionaría) el hombre debería ser Jorginho. No hay jugadores más allá. Si ocurriera, si France Football le diera el premio a otro futbolista fuera de ese binomio sería un desastre y una razón más para no hacer caso a este tipo de premios. Esperemos que todo tenga un final feliz.
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