2023 no ha sido mi mejor año. O sí, pero quizás sólo lo vea en el futuro. Ha sido un año repleto de grandes cambios personales, sobre todo, laborales, geográficos y de entorno. Sin embargo, en lugar de huir, llevo meses haciéndole frente, con días buenos, con días malos, pero intentando sentar las bases del aprendizaje que, creo, llegará más adelante en el tiempo.
1. Lo dejé con mi novia de casi seis años . Fue todo raro y sorprendente. Ahí, en ese instante. Luego, he entendido que ni era tan raro, ni realmente fue tan sorprendente. Las formas. No la decisión.
2. Dejé de vivir en Madrid para volver a València. A raíz de mi ruptura sentimental, decidí que ya estaba bien. Tenía teletrabajo (un avance del siguiente punto) y todo fue mucho más rápido, fácil y cómodo. Me fui. Sin más, sin nada que me atara realmente más allá de muchos recuerdos.
3. Perdí mi trabajo . Sí, las desgracias no quedaron en aquel imborrable mes de agosto. Un mes después, a principios de septiembre, perdí el trabajo que tenía por aquel entonces. Pura decisión empresarial, lo que me tranquilizó, como las consecuencias económicas. Ahora, creo que era una ayuda para calmar el lado personal.
4. He conocido a gente nueva . Nunca me he considerado la persona más social del mundo. No estúpido, ni antisocial, pero reconozco que en los últimos años no me hacía demasiada ilusión. Sin embargo, el tramo final de año ha sido, seguramente, mi periodo más social en años. La libertad que tengo ahora, supongo, tiene mucho que ver para ese cambio.
5. Cambié de psicóloga . El cambio de vida ha presionado para ello, pero lo cierto es que el cambio ha sido para mejor. Mi psicóloga en Madrid no me transmitía nada. No me ayudó mucho. Sin embargo, antes de volver, ya contacté para iniciar este proceso de cambio. Y debo confesar que ha sido algo maravilloso. Otro feeling. Otra metodología. Otra cercanía.
6. Me interesé mucho más por la pintura y el dibujo . Ni pinto bien, ni dibujo bien. Pero me sirvió para encontrar nuevas excusas para no estar tan pendiente de redes sociales. Ojalá algún día consiga resultados, simplemente, aceptables, o con los que me sienta identificado.
7. Fotografié muchos edificios y atardeceres . Creo que 2023 ha sido uno de los años en los que he realizado más fotografía. En digital y analógico, con cámaras y con el móvil. Considero que puede haber sido el año de mi consolidación como fotógrafo aficionado. Un camino iniciado hace un par de años y que ahora sí está presente casi en mi día a día.
8. Tuve otro cambio físico . En 2023 perdí mucho peso. Fue el gran cambio. El gran cambio acompañado con una mejora en la dieta y en la inclusión diaria del deporte. En 2023 no sólo he mantenido ciertas rutinas, sino que he conseguido dar un paso adelante a nivel físico que buscaba. En 2024 intentaré seguir
9. Lloré mucho en agosto . Fue, seguramente, el peor mes del año. Mi ruptura sentimental me partió en mil pedazos. Pronto, por suerte, reconduje el camino física y mentalmente. Ahora, todo parece lejano. La herida pronto empezó a cicatrizar cuando me di cuenta de que ganaba más que perdía, que conseguía muchas cosas que, en silencio, deseaba. Pero fue duro. Bastante duro. Y lloré. Lloré mucho.
10. He leído 52 libros . Ha sido el año que más he leído en mi vida. Me lo propuse como reto. Quería leer, o intentar, un libro a la semana. Y no sólo lo he conseguido. Me he quedado con la sensación de que puedo superar esa marca. Será, seguramente, uno de los retos para 2024.
11. He visto más de 1.000 producciones audiovisuales . Otro de los exigentes retos personales que decidí comenzar hace un año. He visto películas (en cine y plataformas), documentales, series y cortometrajes. El reto eran 1.000 producciones, pero finalmente he conseguido ver 50 más de esa cifra. De cara a 2024, a diferencia de mis retos lectores, no me impondré volver a conseguirlo, o superarlo. Si ocurre, que sea de forma natural.
12. Aprendí a establecer límites, primero, y no sentirme culpable, después . Son dos decisiones tan necesarias como imponentes. Igual que aprender a decir 'No'. Tuvo consecuencias, soy consciente, pero establecí límites en situaciones que me incomodaban y luego empecé a no sentirme culpable. Este año empecé a priorizarme y, pese a que queda mucho, empiezo a tener claro que es algo demasiado importante como para no hacerle caso.
13. He dado un paso adelante en la fotografía analógica . Si me lees habitualmente en este blog, sabrás que la fotografía está bastante presente en mi vida desde hace tres años, cuando no sólo decidí intensificar la afición, sino también compartirla. Pero este año he aprendido e investigado mucho más la fotografía analógica. Su proceso de creación, sus metodologías, su incertidumbre en la espera, su sorpresa al descubrir fotografías que ni recordabas. Creo que 2024 será mucho mejor en este sentido.
14. Soy un poco más yo. En 2024 seguiré trabajando para llegar al 100% El tramo final del año fue una montaña rusa de emociones. Una montaña rusa que pronto se convirtió en aprendizaje, en una toma de control inesperada, sorprendente, pero que me ha liberado a nivel personal de una forma que, siendo sinceros, buscaba y necesitaba. Soy un poco más yo. Si mi trabajo personal venía dando pasos de gigante desde 2020, este año tan exigente a nivel emocional me ha dado otro impulso. Un impulso a través de un golpe, pero que me mantiene en movimiento varios meses después.
15. He recibido más regalos que nunca . Familiares, amigas, amigos. En los buenos momentos, en los malos. Regalos físicos, materiales. Regalos en forma de conversaciones telefónicas, en persona, abrazos, besos, mimos. Un año para valorar mucho a nivel personal por muchos sentidos, pero también porque volver a casa supone estar nuevamente con los míos. Donde quería estar básicamente.
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