Crecer, convertirme en adulto, hacerme mayor, ha sido una de las mejores cosas que me han pasado en la vida. Nunca antes había tenido tanta seguridad, tanta capacidad para olvidar complejos, tanta convicción a la hora de aislar el ruido.
Supongo que nos pasa a todas y todos. Cuando eres joven, todo son dudas. Dudas estudiantiles, laborales, de la vida, del futuro. Todo junto hace que nuestras cabezas exploten de una forma brutal que nadie nos enseña a gestionar. "Es la vida", dicen. Pues vaya con la vida.
Lo mejor que me ha pasado en la vida ha sido hacerme adulto. Por mil motivos. La libertad, el adiós a ciertas inseguridades, la capacidad de crear tu espacio seguro, la oportunidad de crear la casa que el día de mañana tus hijas e hijos verán como tú has visto la de tus padres, el poder vivir fuera, el poder viajar, el poder gastar el dinero (porque lo tienes, y antes no) en lo que te venga en gana...
Quizás es fruto de mi vida, de mi adolescencia, que no fue fácil, ni cómoda, ni sencilla. Pero ahora siento que soy capaz de muchas cosas y eso, sencillamente, es algo demasiado bonito e importante como para no valorarlo.
Comments