Por muchas personalidades que pensemos que existen. Por muchas formas de ver la vida, de vivirla, de saborearla, que creamos que existen. Todo se resume a la bipolaridad que inunda todo. Una cosa, u otra. Siempre toca elegir, aunque no nos demos cuenta al haber automatizado nuestros movimientos y rutinas.
Tú eliges:
Pizza o Burger.
iPhone o Samsung.
Coca-Cola o Pepsi.
Playstation o XBox.
Londres o Nueva York.
Harry Potter o El Señor de los Anillos.
Playa o montaña.
Sol o lluvia.
Tren o avión.
Pokémon o Digimon.
Fotografía analógica o fotografía digital.
Café o té.
Tortilla de patatas con cebolla o tortilla de patatas sin cebolla.
Android o IOS.
Ordenador de sobremesa o portátil.
Fórmula 1 o Moto GP.
Inglés británico o inglés estadounidense.
Pizza con piña o pizza sin piña.
Verano o Invierno.
Color blanco o color negro.
Lectura en físico o lectura en digital.
Bolígrafos Pilot o bolígrafos Bic.
FC Barcelona o Real Madrid.
Like o dislike.
Estar en pareja o ser independiente.
Nike o Adidas.
Hotel o Airbnb.
Rojo o azul.
Izquierda o derecha.
Y así podríamos estar durante un buen rato más. Todo se resume en que hay dos tipos de personas. Da igual el contexto, da igual el escenario, da igual el tema.
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