Nunca me he considerado un usuario activo de Tumblr, pero es cierto que durante un periodo de dos o tres años actualizaba a diario mi tablón porque en esa plataforma encontré una forma increíble de poder expresarme, de saber qué quería, en qué quería convertirme.
Era simplemente con fotografías, pero en su conjunto creaba una memoria de cómo me sentía, a qué aspiraba. Y es ahora, más de una década después, cuando he entrado en mi perfil y me he dado un golpe de añoranza gigantesco.
Aspiraba a cosas que he conseguido. Compartía marcas que sigo apoyando porque, como quería en ese momento, me gustan de verdad. Plasmaba mis pasiones, mis deseos. Fue una época complicada por motivos familiares, pero también porque algo había bloqueado mi personalidad y gracias a aquel perfil de Tumblr conseguí aislarme del ruido cercano y saber todo lo que quería conseguir.
Ahora, habiendo cambiado rotundamente mi vida, habiendo progresado mucho, habiendo cerrado algunas heridas (no todas), más de diez años después, es fascinante reencontrarme con aquel chico, sentir las mismas ilusiones que tenía cuando desconectaba en aquellos ratos vespertinos mientras veía series como Big Bang Theory, Cómo conocí a vuestra madre o Dos hombres y medio. Sí, aquellas recordadas tardes en Neox.
Es gratificante ver como los peores momentos pasaron, ver que todas las aspiraciones que tenía se han hecho realidad, ver que aquella personalidad que se creaba de forma tardía se ha consagrado en muchos de sus aspectos.
