Lo que iba a ser un lunes en toda su extensión acabaría siendo un día muy positivo, incluso ilusionante, de esos que motivan, que suponen puntos de inflexión. Porque es así. Uno se sienta ahora mismo a escribir pensando en grande, soñando despierto, teniendo un horizonte que estaba presente, pero no en High Quality, no en High Definition.
¿Sabéis? Hoy me siento mejor que ayer, y eso es algo que no quería dejar en el olvido. El reto será pensar mañana, dentro de unos días, que la semana empezó en lunes, como siempre, pero no en un lunes cualquiera. Pasaron cosas aparentemente buenas, positivas, que siguen reafirmando sensaciones, incluso sueños o metas personales y profesionales. Un vuelco que me permite con ciertas sensaciones reales pensar en esa aventura con la que llevo meses soñando.
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