Es decepcionante.
Te das cuenta que todo aquello del “de esta saldremos mejores” era una farsa, mentira. Y por si la decepción ya no fuera lo suficientemente decepcionante, vamos a salir peores. No sé si es decepción, o directamente asco. Siempre tendré claro que he hecho las cosas muy bien. Al menos por mi parte, estoy tranquilo. Muy tranquilo.