La irregularidad es uno de los factores más presentes en la dinámica del Arsenal en las últimas décadas. Una dinámica intermitente que siempre le resta, siempre les deja fuera de la pelea deportiva por los grandes objetivos de la temporada.
Muy lejos quedan aquellos años exitosos en los que el club del Emirates Stadium se codeaba con los mejores clubes del país y del fútbol europeo. Muy lejos parecen estar aquella temporadas en las que los Gunners ganaban trofeos importantes y llegaban hasta las eliminatorias finales de la Liga de Campeones.
Queda muy lejos, insisto, porque la actualidad del equipo se traduce en tropiezos, en irregularidad, en dinámicas contrarias que acaban traduciéndose en pérdida de objetivos, y eso provoca que el equipo ya no sólo ha quedado fuera de Champions League en las últimas temporadas, sino que incluso ya no disputan las competiciones importantes de Europa.
Su actual estado de forma es complicado y vuelve a hacer saltar las alarmas. Todo se reduce a este año 2022 que recientemente inició. El Arsenal no ha ganado todavía y sus cifras ofensivas son tan pobres, como grises y preocupantes.
Los Gunners no conocen la victoria en estas primeras semanas de 2022. Perdieron 1-2 contra el Manchester City, cayeron eliminados de la FA Cup tras el 1-0 ante el Nottingham Forest, empataron 0-0 ante el Liverpool en la Ida de las Semifinales de la EFL Cup, perdieron (y cayeron eliminados) 0-2 ante los Reds y firmaron otro empate 0-0, sin goles, ante el Burnley.
Sólo un gol en cinco partidos y ninguna victoria. Una racha negativa que se ha visto acentuada, además, con las dos eliminaciones coperas ante Nottingham Forest y Liverpool. Ya no sólo no marcan goles, no sólo no ganan, sino que además sólo tienen actualmente la Premier League como único torneo en el que siguen vivos a estas alturas de temporada.
El Arsenal vuelve a ser víctima de sus cambios de humor, de sus cambios estadísticos, de sus errores defensivos y de su falta de puntería. La misma historia de cada temporada, con protagonistas diferentes. Es la dura y cruda realidad que viven los aficionados del club del Emirates Stadium año tras año desde aquella tarde en la Arsène Wenger puso fin a su etapa como entrenador.
Preocupa el Arsenal por su mal inicio de año y, si no reaccionan pronto, puede que de nuevo vuelvan a complicarse la presencia la próxima temporada en Europa. Ya no en Champions League, puesto que la cuarta plaza es la única que podría no tener todavía dueño y en esa batalla se encuentran hasta cuatro o cinco clubes. Por lo tanto, la opción de volver a quedarse fuera de torneo continental para el próximo curso es una amenaza que algunos ya empiezan a temer seriamente en la zona Gunner del Norte de Londres.
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