Llevo años dándome cuenta de algo en mis labores de social media y community manager. Lo importante para crecer en redes sociales es la calidad, no la cantidad. Y sí, lo dice alguien que las usa mucho, que comparte mucho. Muchas veces en exceso. Lo sé. Pero tengo claro que muchas veces no por compartir más cosas las cuentas crecen más.
Me pasa en Twitter, luego empezó a pasarme en Instagram, y los últimos días me he dado cuenta que también ocurre en YouTube. Digo esto porque hace unas semanas publiqué un vídeo en mi canal sobre mi futuro y continuidad en YouTube. No dije que lo dejaba, pero sí que necesitaba reiniciar según qué cosas, tanto a nivel personal como audiovisual. Quizás por desconfianza, pensaba que hacer un vídeo así podría traerme algunas consecuencias negativas, como si se tratara de una llamada a la huida para la gente se tratase. Pero no. Todo lo contrario. A raíz de ese vídeo el canal ha seguido creciendo, incluso con la baja actividad del canal. La retroalimentación de los vídeos antiguos sigue activa, y eso ha hecho que haya seguido llegando gente entre mis nuevos suscriptores.
Como digo, me pasó en Twitter también. Había veces, sobre todo al principio, que pecaba de querer compartir todo, de querer estar alerta las 24 horas del día casi. Quería crear mi marca personal, crear mi medio de información personal, y priorizaba a la cantidad por delante de la calidad. Pero al mismo tiempo me daba cuenta que los fines de semana, cuando más actualizaba (lives de partidos, noticias, alineaciones, opiniones…), era cuando más unfollows recibía. Evidentemente, no perdía seguidores porque ese esfuerzo se veía recompensado con movimiento y, a posteriori, con la llegada de nuevos usuarios, pero era cuando un mayor % de unfollows recibía. Sin embargo, cuando pasaba 2-3 horas, por ejemplo, sin actualizar, la cuenta seguía creciendo. La corriente seguía su curso. Los contenidos compartidos seguían latentes, activos, generando movimiento y atrayendo público. Es por ello que, sin hacer nada, sin compartir nada nuevo, dedicando el tiempo a otras cosas, la cuenta seguía en movimiento y creciendo.
Es mi consejo. No os obsesionéis con la cantidad. Está bien que, si queréis tratar una marca personal dedicada a la información, queráis informar de muchas cosas, pero no caigáis en el exceso, ya que podréis tender a la sobreinformación, al colapso de la gente, y en consecuencia probablemente la gente acabe saturada.
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