top of page

Amigos... supuestamente

Hoy en día es habitual algo que tiene de todo menos normal. Lo damos por sentado, lo vemos en gente cercana, en gente conocida. Incluso lo hacemos nosotras y nosotros mismos.


Resulta que compartes una fotografía en Instagram Stories o en WhatsApp, y lo ven muchas personas que consideras amistades. Supuestas amistades con las que ya no hablas tanto, o directamente nada. Supuestas amistades que saben de ti (como tú sabes de ellas y ellos) porque ven tus contenidos. Saben si has ido al cine, si has ido a la Feria del Libro, si te has comprado un gorro de pescador... pero sin preguntarte.


Seguramente, les preguntas y te dirán que se consideran amigas o amigos tuyos, pero la realidad es que no lo son tanto. O al menos no como antes. Quizás hayan pasado a ser conocidos y conocidas, pese que ni esas personas ni tú lo habéis oficializado.


Me pasa. Algunas de mis fotos compartidas las ven personas con las que no cruzo una palabra desde hace más de una década, personas que estuvieron presentes y que ahora sólo te miran, sin más. Incluso personas que han hablado mal de mí a nivel personal o en redes sociales. Esas me llaman mucho la atención. Me hacen dudar de si acudir al bloqueo (si has leído este blog desde hace tiempo sabrás que soy, y sigo siendo, reacio al bloqueo), ya que si no te preocupas en saber cómo estoy, ¿qué te aporta saber de mi vida?


Digo todo esto siendo parte del problema, sin esconderme. Yo soy el primero que veo este tipo de contenidos de antiguas y antiguos compañeros de colegio, de antiguos compañeros de trabajo, o directamente de gente a quien quiero. Y ahí queda todo. Parece que, sabiendo eso, que están bien, que las cosas no le van mal, ya está, ya vale. Y no debería ser suficiente.

2 visualizaciones

Entradas Recientes

Estoy de vuelta en casa. De vuelta en plan serio, definitivo. Al menos a corto-medio plazo. Por ello, estoy retomando una vida que quedó aparcada hace siete años y que me trae tantos recuerdos que lle

Un día de lluvia lo cambia todo. Da igual que vayas igualmente a estudiar, a trabajar, a dar un paseo. Lo cambia todo. Otorga al ambiente otra atmósfera, desprende un olor diferente. Incluso te puede

Ojalá yo también fuera como esas personas que hacen las cosas sin pensar, sin pensar en el qué dirán. Incluso sin pensar en las posibles consecuencias de sus actos. Cuento esto, confieso esto, porque

¿Te ha gustado este post?¿Te ha gustado este post?
bottom of page