Acudir a un dietista. No por la dieta, ya que no acabé haciéndola. Fue por una prueba que me pidió. Tuve que hacerme un análisis de sangre para, a partir de ahí, empezar con la dieta. No quería hacer dieta para perder todo el peso que quería, que también, sino quería aprender a comer. Quería saber por qué un alimento en concreto era mejor para mí, por qué otros me sentaban mal y creía que el problema era otra cosa. Sin embargo, aquel análisis desveló que tenía la tiroides descontroladísima. Pero mucho, eh. Y gracias a aquello empecé a regularla y a tener consecuencias físicas y mentales. He recuperado totalmente la memoria, que llevaba tiempo preocupándome. Aquella visita al dietista solucionó un problema, el de tener colapso mental y poca memoria, que pensaba que era psicológico. Podría haber ido años a terapia y era algo fisiológico.
Hacer fotografía. Mi creatividad se ha visto incrementada. A diario, necesito expresar. Noto que, desde que hago fotografía, soy capaz de crear más, de tener más ideas, y me estimula enormemente. Sobre todo, con el móvil, pero también con una cámara digital y dos analógicas. Hacer fotos me ayuda muchísimo más allá del sencillo gesto de hacer clic y captar un instante concreto y determinado.
Hacer deporte. Siempre he sido deportista. O eso creía. Tras ponerme fuertote, o gordo, en 2021 decidí cambiar mi físico. Por salud, principalmente, porque me ahogaba al atarme los cordones, porque no descansaba como debería. Me di cuenta de que creía ser deportista, pero no. Me había gustado siempre jugar a fútbol, pero no hacer deporte. A mí me gustaba jugar, no practicar deporte. Y ahí me di cuenta, ante el reto de perder peso. En seis meses, perdí casi 20 kilos. Ya no sólo perdí peso, sino que instalé una rutina saludable que me ayudaba a pensar mejor, a sentirme vivo (o muerto, según se mire después del deporte), descansaba mil veces mejor. Y muchas cosas más.
Suscribirme a YouTube Premium. Es, seguramente, la suscripción que pago con más gusto. Si me sigues en Threads, lo sabrás. La cantidad de contenidos que veo/escucho a diario es enorme y, a nivel personal, no sólo me entretiene y 'acompaña' de fondo, sino que me está permitiendo aprender a diario. El no tener anuncios y el poder apagar la pantalla del teléfono móvil, sobre todo, son dos argumentos MUY a favor.
Dejarlo con mi ex. Y eso lo digo ahora, claro, tras superar el luto y convertir lo que parecía una pérdida en una oportunidad. Esa libertad que adquirí la convertí en tiempo pleno para cuidarme, para autocuidarme, y eso, a largo plazo, se ha traducido en más amor propio. Salí del pozo, más allá de la ruptura. Me reencontré, dediqué tiempo a lo que quería de verdad en la vida, sin culpabilidades, sin señalamientos.
Cambiar mi dieta diaria. No soy autoexigente en este sentido, pero detalles como comer más legumbres, beber más agua y controlar las cantidades (sumado el hacer más deporte), ha sido suficiente. El ejemplo perfecto de lo que he mejorado es que he acostumbrado al estómago. Imagina esa mañana de sábado que, al abrir los ojos, tienes resaca... pero no bebiste. Sencillamente, cenaste guarro, y la barriga te lo recuerda.
Comments