Coutinho es oficialmente nuevo jugador del Bayern de Múnich al llegar en calidad de cedido procedente del Barcelona. El futbolista de origen brasileño tendrá una opción de compra de 120 millones de euros oficial para que, si el conjunto bávaro lo ve necesario, pueda seguir en las filas del Allianz Arena más allá de la temporada pactada por su cesión.
Una salida que tiene un claro objetivo: ahorrarse una de las fichas más altas de la plantilla. Coutinho ha dejado sensaciones contrarias desde su fichaje por el Barcelona. Su histórica incorporación por algo más de 140 millones de euros creó unas expectativas muy altas que en ningún momento parece haber cumplido de forma regular y que, finalmente, ha desembocado en la salida del jugador con destino Alemania.
Un fichaje que ya comenzó con alguna que otra contrariedad. Coutinho salía del Liverpool siendo uno de los referentes del conjunto Red, siendo una de las estrellas de la Premier League, pero con un contexto muy diferente a lo que había vivido en las islas británicas meses atrás. El Coutinho que sale de Anfield no era el Coutinho estelar, determinante, líder, estrella absoluta. Seguía teniendo relevancia e importancia, pero Klopp ya tenía en aquella plantilla a un tridente mágico que le iba a generar un rendimiento espectacular en meses posteriores.
Los Salah, Firmino y Mané ya comenzaban a dejar grandes ratos de fútbol, ganando protagonismo, ganando relevancia, firmando grandes actuaciones a nivel goleador, y relegando a Coutinho a un estatus menor. El brasileño seguía siendo estrella, ídolo de la grada, pero una lesión pasada, sumado a las varias intentonas del Barcelona por ficharle, y con unas apariciones deportivas que ya no eran tan sumamente vitales al tener más opciones de ataque, hicieron que en enero de 2018, finalmente, pusiera rumbo a Barcelona.
El traspaso de Coutinho al Barcelona puede ser considerada a día de hoy una de las operaciones más exitosas de la historia reciente del Liverpool. Su salida llegaba justo cuando su progresión parecía haber sufrido un pequeño retroceso, recibían una histórica cifra en sus arcas y tenían una solución de plenas garantías. Un año y medio después, las cifras son rotundas: dos finales de Champions League (2017/18 y 2018/19), dos títulos europeos (Champions League 2018/19 y Supercopa de Europa 2019) y un subcampeonato histórico en la Premier League 2018-19 con 97 puntos. Una venta que, además, permitía hacer dos fichajes clave: van Dijk y Alisson.
Coutinho ha vivido un estancamiento deportivo que comenzaría en las filas del Liverpool a finales de 2017 y que ha desembocado este verano en su salida con destino Múnich.
25 de enero de 2017
Coutinho renueva su contrato con el Liverpool hasta el año 2022. En ese momento, ya interesaba al Barcelona, pero se mantuvo en las filas Reds siendo la gran referencia deportiva y mediática. Era la gran estrella del Liverpool de Klopp.
3 de agosto de 2017
El Barcelona hace oficial el traspaso de Neymar al Paris Saint Germain. Es entonces cuando el conjunto azulgrana, con dinero fresco en las arcas y necesidad de encontrar un sustituto de Neymar, debía forzar la maquinaria para cubrir su salida. El objetivo, nuevamente, era Coutinho.
Agosto de 2017
El Liverpool rechaza una primera oferta del Barcelona de 72 millones de libras. Aquel verano, en el último mes de mercado, llegaron dos propuestas más y la postura del conjunto inglés fue clara: querían en torno a 183 millones de libras.
Primer tramo Premier League 2017/18: septiembre-diciembre de 2017
Ya con el interés del Barcelona sobre la mesa, conocido públicamente, el rendimiento deportivo de Coutinho empieza a dar señales de que se avecinaban cambios. El conocido como 'tridente mágico' del Liverpool con Mohamed Salah-Mané-Firmino empieza a dar sus primeros pasos determinantes, ganan peso y apariencias en la dinámica Red y Coutinho encuentra una gran competencia por seguir teniendo minutos.
6 de enero de 2018
El Barcelona anuncia oficialmente el fichaje de Coutinho por 145 millones de euros. El Liverpool obtiene una cifra histórica para la institución. Coutinho se convertía en la venta más grande de la historia del club, pero Klopp ya tenía en sus filas una solución puramente efectiva con Salah, Mané y Firmino. Los meses posteriores fueron la clara muestra de ello.
25 de enero de 2018
Durante las pruebas médicas se le detectó una lesión menor que le mantendría fuera de los terrenos de juego en torno a 3 semanas. No fue hasta varias fechas después cuando pudo debutar luciendo los colores del Barcelona. Fue frente al Espanyol, en Copa del Rey, en febrero, cuando apareció oficialmente sobre un terreno de juego.
El rendimiento de Coutinho vivió una dinámica descendente. Su llegada se celebró como una gran incorporación y sus primeros pasos como azulgrana estuvieron cerca de ser los esperados. Aquel jugador brasileño que destacaba en Inglaterra parecía estar presente en el juego del Barcelona y, por aquel entonces, todo parecía ir de maravilla. Sin embargo, el paso de los encuentros, la carga de partidos, la exigencia del día a día en un club como el Barça, acabaron haciendo acto de presencia. Más todavía a partir de la temporada siguiente, en la 2018-19, cuando su arranque deportivo no llegó a aparecer realmente como se esperaba, y el paso de los encuentros fue generando un malestar, una tensión deportiva que acabó teniendo el final esperado.
20 de abril de 2019
Tras varios meses de exigencias, de un rendimiento que había descendido, con una grada del Camp Nou que ya no ocultaba su malestar con Coutinho, el jugador volvió a ser pitado al saltar al terreno de juego por la grada. Sustituyendo a Dembélé, frente a la Real Sociedad, la afición dejó claro su malestar por la polémica celebración días atrás contra el Manchester United, en Champions League, cuando Coutinho se tapó los oídos dirigiéndose a la grada. Un claro gesto de reivindicación que no gustó demasiado a la parroquia culé y que días después tuvo su directa y más clara muestra de descontento. Aquella noche, parece ser, se firmó la que ya hoy es oficial salida de Coutinho del Barcelona.
El elevado precio pagado por su fichaje fue el gran lastre de un Coutinho que, cifras en mano, no firmó un rendimiento tan negativo como parece. Su estratosférico fichaje marcó unas expectativas que en ningún momento estuvieron cerca de cumplirse. Quizás sí al inicio, pero pronto su rendimiento empezó a despertar dudas hasta que, finalmente, se desató la guerra personal entre la afición y el jugador brasileño. Una situación tensa que ha acabado con la salida del futbolista, finalmente, al Bayern de Múnich en un verano en el que se le ha relacionado con varios clubes, entre ellos el PSG como moneda de cambio del traspaso de Neymar, justo a quien en principio debía sustituir en las filas azulgranas.
