Coutinho lanza la falta previa al 0-2 del Liverpool en Leicester (Laurence Griffiths/Getty Images Europe)
Coutinho se disponía a ser protagonista del Leicester-Liverpool, pero el destino todavía no le había dejado saberlo. Tras asistir en el 0-1, el brasileño dictaminaría sentencia gracias a una obra de arte en forma de golazo de falta. Frontal del área, frente a una grada de tonalidad azul, a balón parado, frente a un Schmeichel que están considerado como uno de los mejores porteros del mundo. Una fotografía que refleja ese preciso instante donde todo está decidido y nadie lo sabe. El balón no pertenece a nadie. El balón no tiene dueño. Sólo él, el balón, la gravedad, y el destino. El golpeo acabaría dentro de la red, sería el 0-2, pero la magia de la fotografía fue capaz de captar el justo y preciso instante donde no había cambiado nada, pero lo había hecho, puesto que la jugada acabaría en un auténtico golazo para el Liverpool. Coutinho era protagonista, pero no lo sabía. Fue ese justo y preciso instante Red, cuando el destino del partido iba a cambiar, ante miles de miradas, ante el seguimiento de 22 jugadores que no podrían hacer nada, ya, por evitar el destino del balón.
