Zlatan Ibrahimovic jugará la próxima temporada en las filas del Manchester United. Tras militar el pasado curso en Old Trafford, no renovó su contrato, quedó libre y, finalmente, tras entrar en la recta final de su recuperación, ha llegado a un acuerdo contractual para defender nuevamente, por una temporada más, la camiseta del club de Manchester. Es oficial. El delantero sueco, además, lucirá el dorsal 10 en su espalda, volviendo a generar un foco mediático que, seguramente, afecte también a nivel de ventas de camisetas para la marca alemana adidas.
Ibrahimovic, de 35 años, vuelve a los Red Devils, pero a priori parece que el guión de su experiencia en Inglaterra será diferente a lo vivido hace unos meses. Una lesión truncó su continuidad en cierta medida. Finalmente ocurrirá, seguirá en el Manchester United, pero tras varios meses siendo agente libre, sin equipo. Sin embargo, han cambiado muchas cosas en el seno del club inglés en este tiempo. Para empezar, Ibra no será la gran referencia, aparentemente, del ataque, y su protagonismo parece que pasa a ser más secundario que principal.
La llegada de Romelu Lukaku, previo pago de una enorme cantidad de dinero, hace que el delantero belga parta con ventaja respecto a los planes de Jose Mourinho. Además, su rendimiento es un argumento sólido y rentable para que su protagonismo siga el guión establecido durante el periodo veraniego. A él se le suman otros como Rashford, Martial, Mkhitaryan, e incluso Lingard o Pogba. El Manchester United tiene un potencial ofensivo considerable. Las dos primeras jornadas de Premier League son una clara muestra de ello, siendo el máximo goleador del torneo hasta la fecha. Pero, por si fuera poco, llega, vuelve, Ibrahimovic.
Ahora bien, ¿cuál es el papel de Ibra en este proyecto 2017/18 del Manchester United? Sus 35 años y una lesión que le ha tenido alejado de los terrenos de juego varios meses, a priori, pueden ser handicaps a superar por el atacante sueco y que, en consecuencia, pueden provocar que su papel haya pasado de principal (como la pasada temporada) a secundario. Su rendimiento el pasado curso, pese a su edad, fue importante, quizás hasta extraordinario contextualizando su precio y demás factores. Pero ahora todo apunta a un nuevo guión, más secundario, más en la sombra, más a nivel psicológico de un jugador ya veterano que volverá a un vestuario que ha seguido rejuveneciéndose.
Ibrahimovic mantiene una gran relación con Mourinho. No es extraño, ni nunca lo han escondido. Por encima de ello, claro está, su rendimiento y forma física le permitieron estrenarse en el fútbol inglés con tonos dorados, gloriosos, marcando goles importantes y firmando tres trofeos más a su ya extenso palmarés. Pero su veteranía, experiencia profesional, puede ser un grado y un factor importante en el que apoyar su trabajo diario Mou. De hecho, cuando surgieron las primeras informaciones del retorno, se afirmó que en un futuro no muy lejano Ibra podría pasar a formar parte del staff técnico del club inglés.
Un papel secundario, más en la sombra, capacitado para saltar a batallas que necesitan soluciones, resoluciones, en partidos que no están cerrados, con resultados adversos. ¿Será Ibrahimovic el nuevo repulsivo de este Manchester United? Por condiciones físicas podría ser. Un nuevo futbolista que supera el 1,90 metros de altura en el equipo, que se ajusta a las pretensiones del técnico, pero que con la gran competencia en el ataque deberá dejar paso a jóvenes valores que están rindiendo a gran nivel.
Vuelve Zlatan Ibrahimovic meses después, pero el escenario ha cambiado, no es el mismo atrezzo, ni siquiera el reparto de la producción es el mismo, pero seguro que su nuevo rol volverá a dejar claro el porqué de su gran caché mundial que siempre le ha acompañado durante su carrera profesional en Países Bajos, Italia, España y, ahora, nuevamente, Inglaterra.
