Hace unas semanas escribía sobre el comportamiento de Diego Costa este verano y, como ya preveía, sobre el error que había cometido. El todavía delantero del Chelsea ya sonríe menos, ya hace menos bromas y, sobre todo, ya se ha dado cuenta que sí, cometió un error aquella noche durante aquel famoso y comentado directo de Instagram.
Lo que eran risas se han convertido en rostros serios. Lo que eran mensajes hacia otros equipos se han traducido en apariciones luciendo los colores del Chelsea mientras sigue haciendo su particular pretemporada en Brasil. Diego Costa se ha dado cuenta que le ha salido mal la jugada, que los planes no han salido como él esperaba y lo que parecía una vuelta al Atlético de Madrid no está tan seguro como sí parecía hace un mes.
El delantero brasileño ya no hace bromas. Parece ser que ya no le hace gracia el tema, o eso se deduce. Han pasado las semanas, ha comenzado la temporada en Inglaterra y España, y ninguna novedad. Él sigue allí, en su Brasil natal, a miles de kilómetros, y ya habiendo sufrido una notable multa económica por parte de su todavía club, Chelsea, de 330.000 euros, por no reincorporarse todavía junto al resto de compañeros. Diego Costa parece haberse olvidado de que mantiene un contrato vigente con los Blues, que pese a que no cuentan con él para la ya iniciada temporada, sigue formando parte del club londinense.
La primera pista del traspiés del jugador fue cuando admitió en una entrevista en Brasil que no descarta buscar su futuro más allá del Atlético de Madrid, su primera opción de cambio. Es decir. Lo que fue una broma luciendo los colores rojiblancos manteniendo un vínculo contractual en Inglaterra, con mensajes de burla hacia el entrenador, haciendo que muchos aficionados del club madrileño le rieran las gracias (y él viniéndose arriba), ha dejado paso a la incertidumbre y, pese a que no lo diga, al arrepentimiento.
Diego Costa sabe que cometió un error. Diego Costa sabe que los planes no han salido bien. Diego Costa sabe que está contra las cuerdas. Un club (un entrenador, mejor dicho) que no cuenta con él, otro club que ya no parece estar tan interesado al no acceder a las grandes cifras que pide el Chelsea y un giro de guión que, sumado a la lejanía, le han colocado en la gran diana de las dudas.
¿Qué va a pasar con Diego? Si el Chelsea no cuenta con él lo lógico sería que abandonara el club con destino Atlético (para jugar cedido en otro sitio hasta enero) o un proyecto de grandes dimensiones que le permita asistir al próximo mundial de Rusia con España. Pero, ¿qué ocurre si nadie accede a las grandes cifras que pide el Chelsea? El conjunto de Stamford Bridge puede respetar la decisión de Antonio Conte de no contar con él, pero tampoco debe esperarse que su salida sea a cualquier precio. Cuenten o no con él, es Diego Costa, uno de los atacantes más depredadores del planeta, y evidentemente su salida de Londres no sería a coste cero. El Chelsea querrá que, de ocurrir, sea a un precio razonable. Pero, ¿y si finalmente nadie paga lo que piden? Diego Costa podría verse retenido contra su voluntad, sin contar para el entrenador, y recordando de forma continua en aquella noche de risas en las que provocó al club que le ha dado mucho los últimos años.
Diego, has cometido un error, y ahora nadie sabe qué va a pasar contigo.
