Phil Foden es una de las sensaciones de la pretemporada del Manchester City. Dentro de un mar de dinero y grandes inversiones veraniegas a orillas del Etihad Stadium parece que Pep Guardiola tiene cierto interés por destacar a una joven perla de la ciudad deportiva. En uno de los veranos más contundentes a nivel monetario de los de Manchester, parece que el técnico catalán también trabaja para encontrar recursos y herramientas válidas en sus propias instancias.
Un joven y descarado futbolista que está contando con minutos y protagonismo este verano con el conjunto Citizen ante rivales de la categoría mundial como Manchester United y Real Madrid. Es por ello que, ante contextos mediáticos (pese al carácter amistoso y preparatorio de una pretemporada), su nombre ha empezado a sonar con fuerza en la prensa británica para desinflar la burbuja monetaria instaurada por el proyecto de la ciudad de Oasis.
Bajito, con personalidad, con aspiraciones de tener protagonismo siempre que el balón ruede con posesión a favor como interior, con un liderazgo innato que no va relacionado a lo que se espera de un joven canterano. Todo ello sin haber cumplido todavía la mayoría de edad. Una de las grandes sorpresas Citizens, sin lugar a dudas, del presente verano.
“Me gustaría tener palabras concretas para poder describir lo que he presenciado. Hacía mucho tiempo que no veía algo así”. Así de rotundo se mostró Pep Guardiola tras los primeros minutos de Foden con la primera plantilla del Manchester City. Una confianza plena, parece, en el joven futbolista que tuvo continuidad días después, cuando el equipo inglés se enfrentaba al Real Madrid en otra jornada de la veraniega International Champions Cup.
Con apenas 17 años ya tiene muchos seguidores dentro del seno Citizen y ya existe un vínculo real con la afición, pese a haber disputado pocos minutos con el equipo. Un jugador que siente los colores, que ha crecido en la cantera, que nació muy cerca de la ciudad, y que deportivamente es un privilegiado. Sus condiciones físicas y deportivas le convierten en un auténtico tesoro para ser un argumento favorable para contrarrestar el gran desembolso veraniego.
De momento, una promesa. Una suculenta promesa que parece aspirar a grandes cosas, pero de momento sigue dentro del cascarón. Un cascarón que amenaza con romperse y detonar una magia interna que tiene una pinta exquisita. Pero, de momento, se trata de una promesa.
