Ayer os contaba que iba a hacer frente a mis barreras, a mis miedos. Una de estas cosas que había dejado aparcada porque no me gustan las etiquetas era el de hacer radio deportiva, el de participar en debates radiofónicos relacionados con el fútbol. No quiero repetir lo que dije ayer. Hoy quiero expresar y contar cómo me he sentido, qué tal ha ido la experiencia.
Debo reconocer que tenía gusanillo, pero un gusanillo especial. Creo que es innato, inevitable. Me ocurría cuando hacía radio de humor y entretenimiento, pese a que me encontraba muy cómodo. Creo que es una sensación similar a la de un cantante segundos antes de salir a un gran escenario. Era una sensación bonita. Vas a exponerte, a tener que improvisar en cierta medida, y eso es un reto que, como digo, me provocaba una sensación especial, de gusanillo en el estómago.
Lo hice. Volví a hacerlo. Por segunda semana consecutiva, con otra sección diferente, participé junto a Miguel Quintana y a otros dos compañeros. Y salió bien. Salió decente. Mi autoexigencia jamás dirá que las cosas salen de diez, pero puedo decir que personalmente me encontré más cómodo de lo esperado, e incluso me he atrevido a escucharme una vez publicado el capítulo en el podcast de Radio 38ecos.
No tenía pensado hacerlo. Es así. Es común en mucha gente que siente pudor o vergüenza cuando se escucha a sí mismo. Solemos tender a sorprendernos cuando escuchamos nuestras propias voces. Me pasaba cuando hacía radio, pese a estar más de dos años. Quizás sea fruto de mi personalidad. En ocasiones hago cosas y proyectos por el placer de hacerlos, de formarlos, de crearlos, y luego "aquí no ha pasado nada". Es un modo de carpe diem profesional. Si gusta, o no, si tiene buena aceptación, o no, ya no depende de mí porque, quiera más o quiera menos, será cuestión de la gente. Pero me entró la curiosidad, después de tanto, y acabé escuchándome. Y bien, sinceramente, mejor de lo que esperaba.
Esto no se trata de "qué bueno soy", "qué bien hago las cosas". Se trata de una metodología para hacer frente a mis inquietudes, a mis barreras, incluso a ciertos miedos. Y lo estoy consiguiendo. Ahora, de hecho, ojalá pueda tener algún tipo de colaboración de cara a la temporada que viene en este aspecto. Con meses por delante, con tiempo para asimilar la posibilidad real, o no, de que algo así pueda ocurrir. Me sigue dando cosilla, pero supongo que será el famoso gusanillo en el estómago.
Os lo confieso. Tras estas dos colaboraciones con los amigos de Ecos del Balón, estoy orgulloso de haber plantado cara a las inseguridades y, así, de este modo, os invito a que lo hagáis siempre, sea el ámbito que sea.
Colaboración en el podcast "Planeta Pequeño", en Radio 38ecos, de Ecos del Balón: