Me gusta Turf Moor. No es el mejor estadio del mundo, ni el más conocido, ni el más grande de Inglaterra. Mucha gente, me atrevo a decir, no sabe ni qué equipo juega allí si sólo dices su nombre. Pero me gusta.
Me gusta el estadio, y me gusta su entorno. Por redes sociales he visto muchas fotos de los periodistas que acudan a Turf Moor a cubrir partidos y las vistas desde el palco de prensa son preciosas. La típica panorámica británica, con casitas juntas, con barrios uniformes pero con encanto.
No es la mejor ciudad del mundo, ni es el mejor estadio del planeta, tampoco juega allí el club más mediático y conocido, pero Turf Moor es un estadio que siempre me ha llamado la atención.