La Premier League ha vuelto a dejar claro este verano que tienen el mayor potencial económico del fútbol europeo y mundial. Ni la pandemia, ni el Brexit. No parece haber ningún impedimento que haya privado a los clubes ingleses de invertir en el mercado convirtiendo (una vez más) al torneo británico en el principal foco deportivo.
Más allá del enorme desembolso económico, sus nombres. Se han producido fichajes que han generado algunos de los más grandes puntos de interés del planeta y, sumado al rendimiento inmediato de muchos de ellos, han provocado que Inglaterra haya dado otro gigantesco paso adelante para ser considerada la mejor liga del mundo. Ya parecía liderar el ranking desde el pasado curso, pero (lejos de calmarse) han mantenido la batalla épica a golpe de talonario para seguir siendo la referencia.
Fichajes de impacto planetario como los retornos de Cristiano Ronaldo al Manchester United o Romelu Lukaku al Chelsea, más otros refuerzos de la talla de Jack Grealish al Manchester City o Jadon Sancho también con destino Old Trafford. Incorporaciones que generaron impacto social y deportivo que se suman a otros que ya estaban presentes.
La Premier League ya destacaba en términos goleadores con atacantes como Harry Kane, Mohamed Salah, Calvert-Lewin, Danny Ings, Heung-min Son, Aubameyang o Gabriel Jesús. Todos ellos junto a otros que, desde un origen algo más alejado de lo puramente ofensivo, como Mason Mount, Kevin De Bruyne, Bruno Fernandes, Riyad Mahrez, Pulisic, Paul Pogba, James Rodríguez o Dele Alli.
Un show. Un espectáculo que ninguna liga es capaz de igualar esta temporada. Mucho menos superar. Una congregación de estrellas que ha sido complementada con dos de los delanteros más en forma del planeta que, además, desde el primer momento, han dejado claro que su adaptación es automática.
Los debuts (o redebuts, como dicen algunos) de Cristiano Ronaldo (tres goles en dos partidos) y Romelu Lukaku (cuatro goles en cuatro partidos) han generado un haz de ilusión y expectación tanto en Old Trafford como Stamford Bridge que han creado un escenario casi épico de cara al futuro desenlace del campeonato.
Todos hablan de ello. Todos los entrenadores comentan la enorme igualdad que presenta este curso. Muchos futbolistas dejan claro que el nivel de dificultad de este campeonato es, posiblemente, el más alto de la última década.
Muchos son los objetivos en juego y muy pocos (por no decir ninguno) parecen tener un guión escrito que dé pistas a los aficionados. Este año no hay un favorito claro y la batalla por el Golden Foot empieza a presentarse con tintes épicos.
¿Tiene la Premier League los mejores delanteros del mundo? Por número, por cantidad, por volumen de estrellas por metro cuadrado, quizás. Existen jugadores de primer nivel mundial militando en otros campeonatos, pero ningún torneo es capaz de albergar una reunión de futbolistas con el gol entre ceja y ceja a la altura del inglés.
Es, seguramente, la mejor Premier League en muchísimo tiempo. Bienvenidos, bienvenidas, a la mejor liga del mundo. Sí, otra vez. Un año más, pero ahora de forma incontestable, rotunda y sin argumentos para replicar la afirmación.
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