Anthony Gordon se había consagrado como una de las jóvenes perlas más en forma del fútbol inglés en las últimas temporadas. Su aparición, primero, y consagración, después, en el Everton le permitieron ponerle en el primer foco del fútbol británico y se convirtió en uno de los jugadores más destacados de los Toffees.
Su rendimiento no parecía fruto de la casualidad. Su desparpajo, electricidad, interesante olfato goleador y capacidad de decidir en metros finales, han creado un perfil de futbolista tan importante como determinante.
El pasado 29 de enero, tras varias semanas de rumores, Gordon dejó las filas del Everton para poner rumbo a St. James' Park y firmar por el Newcastle United. Un aparente salto adelante en su carrera profesional. Pese a su juventud, fichar por el proyecto de los Magpies parecía un reto interesante por las expectativas creadas en torno a los del Tyne and Wear.
Sin embargo, no todo parece haber salido como se esperaba, ni para el club, ni para el propio jugador. El Newcastle fichaba a una joven perla que estaba en forma en un estado de forma muy positivo y en dinámica ascendente. Anthony Gordon, a su vez, firmaba por un proyecto que aspiraba a colarse entre los cuatro equipos que disputaría la Copa de Europa la próxima temporada.
Pero el resultado, al menos por ahora, no ha cumplido con las expectativas. Y todo tiene una explicación lógica y sencilla: no ha sido pieza clave ni ha tenido un enorme volumen de minutos. Evidentemente, si no ha jugado como en el Everton, su rendimiento no ha podido ser el mismo. Sin regularidad, sin la dinámica deportiva necesaria, su protagonismo ha decaído considerablemente.
A priori, a primera vista, una noticia negativa para su rendimiento. Pero todo cambia modificando el punto de vista. A medio-largo plazo, puede ser positivo. Necesita una adaptación, una integración mayor al proyecto, es joven (tiene 22 años), y si el foco cambia a ser un fichaje de futuro, evidentemente, los resultados y análisis deberían producirse en próximos años. Al menos, la próxima temporada.
¿Se ha estacando Anthony Gordon? La respuesta aparente, sí. Sí, porque no tiene el papel ni el protagonismo que sí tenía en las filas del Everton. Sin embargo, a medio y largo plazo, todo parece estar dentro de lo esperado, dentro de los cánones y, entonces, todo cambia a la hora de sacar conclusiones que, en muchos casos, pueden ser precipitadas.
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