Wembley acogerá en sus instalaciones uno de los partidos más esperados de la temporada en Inglaterra. Liverpool y Chelsea, tras eliminar en semifinales a Manchester City y Crystal Palace respectivamente, se enfrentarán en una de las finales más esperadas de la temporada en el fútbol europeo.
Dos de los equipos más en forma de Europa frente a frente por el título copero más respetado en Inglaterra, en uno de los estadios más emblemáticos del mundo del fútbol, con el siempre romántico y especial ambiente de fútbol inglés, y con dos de los técnicos más competitivos del deporte rey.
A priori, enfocar el contexto y obtener un claro favorito para la victoria parece una tarea de todo menos sencilla. El Liverpool es favorito, pero también lo puede ser el Chelsea. Un enfrentamiento que, además de tener la exigencia y tensión de ser una final, colocará cara a cara a dos auténticos equipos sólidos, ofensivos y que crea múltiples problemas a prácticamente cualquier equipo.
Dos equipos con defensas acentuadas. Dos conjuntos con ataques temidos. Dos clubes con entrenadores alemanes de primer nivel mundial. Con permiso del Manchester City, el partido más deseado para cualquier aficionado en el mundo del fútbol. Una final inglesa que podría ser perfectamente la de la Champions League, pero que atraerá el mismo foco mediático a Londres donde, allí, estará en juego otro de los campeonatos británicos.
¿Quién saldrá campeón? Es cierto que el poderío ofensivo del Liverpool parece algo más tranquilizador que el del Chelsea. No porque exista una diferencia enorme entre ambos, sino porque los delanteros Reds muestran una mejor versión que la de los Blues. Es cierto que el conjunto londinense mantiene un fantástico nivel goleador, pero todo se localiza (como también ocurre en el Manchester City) en futbolistas cuyo rol no es la protagonizar la figura de delantero centro.
Lukaku está firmando una decepcionante temporada tras su vuelta a Stamford Bridge. Timo Werner parece estar mejorando en las últimas semanas, pero su curso deportivo estaba siendo negativo, una vez más. Por ello, son otros como Mason Mount, Hakim Ziyech, Christian Pulisic o Kay Havertz los que están aportando su notable granito de arena al rendimiento del equipo.
Esto no debería ser un factor totalmente determinante para el título, ya que precisamente están demostrando que la dinámica del equipo no se ve perjudicada gracias a sus respectivas aportaciones. Pero es cierto que en ese aspecto el Liverpool tiene una notable ventaja.
Dos auténticos equipazos, con dos de los mejores porteros del mundo, con algunos de los defensas más respetados del planeta, con centrocampistas de lo más respetados, con atacantes tan admirados como temidos, y con entrenadores que son dos auténticos maestros activos del fútbol.
¿Es el Liverpool favorito? Levemente, por algunas sensaciones propias, por detalles mínimos que vienen ofreciendo desde agosto, creo que sí.
