Real Madrid y Liverpool FC se enfrentarán sobre el césped del Stade de France por la máxima corona del fútbol europeo. París se convertirá en capital del deporte rey a nivel continental y en uno de los grandes focos del año en términos deportivos.
Ambos conjuntos reeditarán la final que vivieron en 2018, cuando los madridistas se coronaron campeones ante los ingleses. Sin embargo, la situación y dinámica de los equipos actualmente parece ser muy diferente y presenta un nuevo escenario que, seguro, hará las delicias de los aficionados de todo el mundo.
Personalmente, creo que el Liverpool FC llega mejor. Lo ha demostrado en Inglaterra y en Europa. En la Premier League ha firmado una temporada muy competitiva contra el Manchester City en un duelo que muchos ya empiezan a catalogar de histórico. En territorio continental ha mantenido su nivel y ha firmado partidos completos, rotundos, que le han permitido ascender hasta la máxima cita
El Real Madrid ha firmado un campeonato épico, repleto de remontadas, que le permiten llegar a la cita con un aura de equipo imbatible que, para muchos, podría llegar como favorito. Pero, lo que parece ser épica y carácter incansable, resulta ser errores sucesivos que posteriormente se ha ido maquillando por todo lo alto.
El Liverpool FC ha sido más regular, más continuista, más firme. Es por ello que, creo, pueden tener un argumento a su favor. Evidentemente, todo ello viene apoyado por ser uno de los equipos más determinantes del mundo, una de las plantillas más completas de Europa, y todo dirigido por uno de los mejores entrenadores del mundo.
¿Es claro favorito el conjunto de Anfield? No. ¿Puede ser considerado algo más favorito que el Real Madrid? Seguramente.
