El Chelsea ha vivido seguramente el mejor año de su historia. El doble título europeo (Champions League y Supercopa de Europa) y el título mundial ha hecho que los londinenses hayan conseguido tres de los títulos más deseados en el planeta. Un estado de forma brillante, sin lugar a dudas.
Thomas Tüchel tiene en su poder una de las plantillas más competitivas del Viejo Continente, pero a su vez debe convivir con decisiones tan positivas como complicadas. El potencial de los Blues provoca que en cada una de las posiciones del terreno de juego se localicen algunos de los mejores jugadores del mundo.
Evidentemente, el técnico alemán puede sentirse un privilegiado porque los problemas sean de este tipo, de elegir entre buenos futbolistas. Peor sería tener que decidir entre medianías que no son titulares indiscutibles y que podrían tener consecuencias negativas en el la dinámica del equipo.
Sin embargo, recientemente ha visto cómo ha tenido que hacer frente de nuevo a un duelo que es tan exitoso como complicado, tan exigente como difícil. La portería se ha convertido en una de las posiciones en mejor estado de forma y eso ha provocado que el suplente sea un portero de primer nivel.
Edouard Mendy estuvo ausente de la dinámica Blue durante varias semanas por la disputa de la pasada Copa África de Naciones con Senegal. Un campeonato que permitió al guardameta senegalés proclamarse campeón y que, a su vez, por haber completado el torneo hasta su última fecha, hizo que su ausencia en Stamford Bridge fue lo más extensa posible.
Su presencia con Senegal provocó que Kepa Arrizabalaga diera un paso al frente y fuera el portero titular del Chelsea durante este periodo. Y lo hizo con un estado de forma excelente, brillante, siendo el salvador del equipo en diversas ocasiones con paradas de mucho mérito y en momentos clave.
Kepa se ha consolidado de nuevo tras un periodo pasado en el que, casi de forma repentina, desapareció de la dinámica y no le ayudó la llegada de Mendy por el nivel del senegalés. Sin embargo, aquello parece una época pasada y el guardameta vasco ha vuelto a dejar claro cuál es su nivel, cuáles son sus facultades bajo los palos y se ganó de forma rotunda a la grada de Stamford Bridge.
Sin embargo, apareció el dilema, hizo acto de presencia la duda. La vuelta de Mendy se produjo cuando Kepa estaba en un estado de forma brillante y Tüchel debía tomar una decisión importante que, fuera la elección que fuera, sería comentada porque mandaría al banquillo a un portero de primer nivel.
Mendy era el portero titular por motivos más que obvios, pero el buen momento de Kepa abrió alguna que otra puerta a la duda planteándose una hipotética situación en la que el entrenador germano podría dar la continuidad al español, en detrimento del senegalés.
Todo parece indicar que la situación continuará como latía antes del inicio de la Copa África y Mendy seguirá siendo la primera opción y Kepa será el guardameta suplente. Sin embargo, por muy lógica que pueda parecer la titularidad del portero de Senegal, es cierto también que el español no merece ser suplente.
Un bendito dilema, por la calidad de ambos, por tenerles a su disposición, para Thomas Tüchel.
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