Pierre-Emerick Aubameyang es uno de los mejores delanteros de la última década en el fútbol europeo y en Barcelona ya empieza a demostrarlo de forma seria.
Su salida del Arsenal en el pasado mercado de enero supuso poner fin a una etapa que fue brillante, exitosa, pero también que se fue minimizando y decayendo en su último año. Su rendimiento fue totalmente decepcionante en su último año y medio, e incluso fue apartado por un acto de indisciplina que obligó a Mikel Arteta a apartarle de la dinámica del equipo.
Es decir, su llegada al Camp Nou no fue en el mejor momento de su carrera deportiva. Tras varios meses sin tener un minuto en partido oficial, con el aura de duda sobre su carácter y con la duda de cómo se adaptaría al fútbol español en un momento institucional complicado para el club catalán.
Pero Aubameyang parece estar por encima de todo el contexto. Necesitó unas semanas para adaptarse, pero pronto comenzó a firmar goles como delantero azulgrana y su relevancia ya le permite ser considerado uno de los atacantes vitales del equipo.
El delantero gabonés vuelve a sonreír gracias a su fútbol y parece que ha caído de pie en el Barcelona de Xavi. Un conjunto culé, el dirigido por el entrenador barcelonista, que ha reaccionado, que está firmando meses extraordinarios, y que está renaciendo futbolísticamente de forma muy seria.
Aubameyang es parte de esa mejoría gracias a sus goles, gracias a su aportación deportiva y gracias a una adaptación total que le ha permitido ser de ayuda casi desde el inicio de su aterrizaje en la Ciudad Condal procedente de Londres.
En LaLiga, en Europa League. Su protagonismo es activo en todos los ámbitos (España y Europa), en todos los escenarios (en casa y a domicilio) y no sólo marca, sino que asiste y crea ocasiones que benefician a sus compañeros. Todo ello con el imán de defensas que mantiene debido a su carrera profesional.
