Scott McTominay puede ser considerado como uno de los mejores futbolistas del Manchester United esta temporada. Seguramente, colocarle en lo más alto del podium no sería nada descabellado.
El centrocampista de origen escocés ha vivido una metamorfosis total y absoluta. El pasado verano, durante el muy comentado mercado de fichajes estival, la figura del mediocentro fue muy cuestionada, e incluso su futuro fue puesto en duda durante semanas. Su salida se dio prácticamente por hecha. Su figura no se encontraba, precisamente, entre los pilares básicos de Erik ten Hag y su adiós llegó a darse como confirmado.
Sin embargo, no ocurrió, no salió. Se quedó. McTominay siguió en Old Trafford, al menos hasta el mercado de enero, y su status entraba en un nuevo escenario. Pudo irse, pero la realidad era antagónica. No sólo seguiría, sino que se abría ante sí un nuevo escenario en el que podría tener protagonismo en según qué escenarios y, ahí, podría cambiar su situación.
Y vaya si lo está consiguiendo. Scott McTominay es el segundo máximo goleador del Manchester United 2023-24, con ocho goles, sólo superado por un Rasmus Højlund que se ha activado a nivel ofensivo en las últimas semanas. El escocés está convirtiéndose en un protagonista tan vital como inesperado, tan rentable como sorprendente.
No son sólo sus ocho goles marcados hasta la fecha. Es su rendimiento goleador sin ser una pieza clave, sin ser titular indiscutible. Es su capacidad de detonar escenarios a favor de los Red Devils cuando más lo necesitan. Es su silencio minimizando un hipotético deseo de mayor protagonismo por sus sólidos argumentos a favor. Podría, pero no lo hace.
Scott McTominay ha sufrido una metamorfosis absoluta que en la zona red de Manchester están celebrando como agua de mayo, como una bombona de oxígeno vital en otra irregular temporada del equipo mancuniano. Se esperaban los goles de futbolistas como Højlund, Garnacho, Bruno Fernandes o Rashford, pero esperar la aportación goleadora en estos niveles del 39 no parecía estar en el guión preestablecido.
En verano cuando, lejos de ser básico, pudo incluso marcharse.
