Mateo Kovacic ha encontrado en Stamford Bridge su lugar, ha encontrado su madurez futbolística y ha encontrado el rol de pilar básico en el esquema del equipo. Tras sus primeros pasos en el Inter de Milán y su explosión mediática en las filas del Real Madrid, ha sido en el Chelsea donde ha conseguido la regularidad y estabilidad para convertirle en un jugador de primer nivel mundial.
El centrocampista croata se ha consolidado en la élite con buen rendimiento, experiencias, y confianza de los diferentes técnicos que ha tenido el Chelsea desde su llegada en 2018. A sus 28 años, siendo considerado un jugador que todavía tiene lejos la retirada, su fútbol parece haber vivido toda una carrera deportiva.
Sin Jorginho, con Kanté lesionado de larga duración, Kovacic ha aprovechado a la perfección su posición y su rol en las filas londinenses. Además, teniendo en cuenta que es uno de los jugadores que más tiempo lleva en el Chelsea, está firmando una de sus temporadas más serias desde que llegó al fútbol británico.
En una irregular temporada del equipo Blue, Kovacic está siendo una de las notas más positivas del equipo. Primero, con Tüchel; luego, con Potter. Primero, con su protagonismo, visión de juego y liderazgo en el centro del campo; luego, con su aportación goleadora.
Kovacic se ha convertido en el complemento perfecto y escudero del flamante fichaje Enzo Fernández. Con ellos, el centro del campo londinense ha recuperado estabilidad, protagonismo, de forma rotunda.
Stamford Bridge se ha convertido en su rincón más fructífero. Quizás menos mediático que otros, pero su rincón más positivo, el que mejor nivel le permite ofrecer, el que más regularidad parece haberle dado. A nivel de títulos, quizás no esté siendo tan imponente como anteriores etapas, pero es cierto que ahora se encuentra seguramente en uno de los mejores cursos de su carrera deportiva.
Sin lugar, a dudas, la consolidación de Mateo Kovacic.
