Kepa Arrizabalaga llegó al Chelsea tras un mediático traspaso de 80 millones de euros procedente del Athletic Club. Mediático traspaso porque el precio pagado le convirtió en el portero más caro de la Historia.
Su llegada, desde el primer momento, ya había creado sobre su cabeza una presión extra al tener que demostrar por qué el conjunto londinense había pagado una cifra tan alta para incorporarle. Una presión que, además, no se tradujo en un rendimiento extraordinario y sus inicios en Stamford Bridge estuvieron marcados por la irregularidad y por alguna salida de tono que no ayudó demasiado.
Sin embargo, la presente temporada ha sido la de su consagración en la élite. No porque tuviera grandes cosas que demostrar (ya lo había hecho en San Mamés y en las oportunidades que había tenido en Inglaterra), sino porque ha dado importantes pasos adelante que le permiten ser considerado, sin lugar a dudas, uno de los mejores porteros del mundo.
Su nivel sigue siendo extraordinario bajo palos cuando ha tenido que proteger la portería londinense, pero a ello se le suma una lesión de Edouard Mendy que le permitió cubrir con creces su ausencia, primero, y acabar de adelantarle en el rol de portero titular, segundo.
Kepa está firmando la mejor temporada de su carrera deportiva. Es considerado uno de los mejores guardametas de la prestigiosa Premier League, es una de las piezas claves del Chelsea y, además, ha conseguido convertirse en el portero titular de España por delante de otros como David De Gea, Unai Simón, Robert Sánchez o David Raya.
Sin lugar a dudas, ha dado un paso adelante absoluto en pleno momento de madurez futbolística y se ha consagrado en la élite para hacer olvidar, ahora sí, los 80 millones de euros pagados por él. Muchas y muchos seguirán pensando que es un precio desorbitado, pero ahora su rendimiento empieza a acallar ciertamente el ruido mediático y popular sobre su traspaso.
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