En términos futbolísticos, la temporada de Kyle Walker está siendo positiva, de evolución ascendente y demostrando de nuevo por qué es un jugador con el que cuentan prácticamente todos los entrenadores que tiene.
La temporada no había empezado como se esperaba o desearía el lateral inglés. Viviendo una situación de segundo plano mediático en favor de un Joao Cancelo que brillaba con luz propia, la figura de Kyle Walker había quedado relegada al banquillo y a cubrir minutos que quedaran libres.
Sin embargo, ha vuelto a conseguirlo. Pese a que aparentemente no vivía su mejor estado de forma y de su carrera, ha conseguido volver a ser pieza importante del Manchester City y ha seguido teniendo confianza plena de Southgate en Inglaterra.
Kyle Walker ha pasado de ser una pieza secundaria en su día a día a ser titular e importante en su club y en su selección.
A nivel de clubes, la sorprendente salida de Cancelo con destino Múnich por un supuesto desencuentro con Guardiola hizo que, de la nada, se encontrara con la posibilidad de volver a demostrar por qué ha sido considerado uno de los mejores laterales ingleses de la última década.
A nivel de selecciones, su vuelta a la rutina y normalidad, le permitió seguir siendo considerado una de las primeras opciones del seleccionador inglés en la selección en encuentros importantes.
A sus 32 años, ha vuelto a demostrar que está preparado, qué está capacitado y que está listo para adaptarse a cualquier escenario. Si le toca ser suplente, está a disposición de Guardiola para aceptar su rol secundario. Si le toca jugar, está dispuesto a demostrar que, pese a no tener los minutos necesarios y deseados, ha seguido trabajando en la sombra, esperando su oportunidad, para rendir al máximo.
Kyle Walker ha vuelto a conseguirlo. Sin lugar a dudas.
