Harry Kane se convirtió en uno de los grandes nombres del pasado mercado de fichajes. El delantero inglés ponía fin a su larga etapa en las filas del Tottenham para embarcarse en uno de los proyectos históricos por excelencia en el Viejo Continente, como es el Bayern de Múnich.
Su destino final fue sorprendente. No por su movimiento, porque fue creciendo con el paso de las semanas, pero sí porque la lista de pretendientes incluía a equipos ingleses (que le permitirían seguir en casa) como Manchester City o Manchester United, grandes clubes como Real Madrid, Juventus o París Saint-Germain.
El Bayern de Múnich necesitaba un referente ofensivo que le permitiera seguir siendo el gran rival a batir en Bundesliga y la DFB Kopal, y para seguir siendo año tras año uno de los grandes candidatos en la Champions League. Tras la marcha de Robert Lewandowski al FC Barcelona en julio de 2022 y la fallida incorporación de Radio Mané, los del Allianz Arena necesitaban mover ficha en ataque y el elegido fue, de forma rotunda, el capitán de la selección inglesa.
Ver a Harry Kane en el fútbol alemán no parecía ser lo más previsible, pero finalmente ocurrió, finalmente posó con la camiseta roja del conjunto bávaro y, entonces, se planteó la duda de cómo llegaría a rendir en un campeonato que parece estar un escalón por debajo de la imponente Premier League. Era conocido por todas y todos el potencial ofensivo y la capacidad para definir que tenía, pero salir de su zona de confort más allá de los terrenos de juego por primera vez en su trayectoria era un factor muy a tener en cuenta.
Llegaba a Múnich para ganar todos los trofeos que en el norte de Londres empezaba a desear como obsesión. Había jugado finales, pero el dorado no relucía a nivel colectivo en su particular palmarés. Pero su puesta en escena no fue la soñada y todo parecía seguir con lo vivido años atrás. En su debut ante el RB Leipzig, en la DFL Supercup 2023, el Bayern de Múnich cayó derrotado de forma rotunda, 0-3, y la imagen de Kane con un título debería esperar.
No fue el debut soñado, ni mucho menos. Sin embargo, todo cambió. Todo cambió de forma magistral. Todo cambió con un rendimiento deportivo a la altura de muy pocos jugadores en el Viejo Continente. En Alemania, en Europa, Harry Kane está rindiendo extraordinariamente. A nivel goleador, a nivel asistente, es uno de los delanteros más en formas del mundo. Lo venía haciendo en Inglaterra y lo está superando en Alemania.
Su rendimiento se resume fácilmente: suma más goles que partidos disputados y es uno de los máximos asistentes del fútbol europeo. Una adaptación tan rotunda como rápida, tan importante como extraordinaria.
Harry Kane suma 27 goles y 9 asistencias tras 22 partidos disputados oficiales. Sus registros deportivos le han convertido en el gran referente del Bayern de Múnich y su trayectoria está viviendo la que, por ahora, es su mejor etapa como profesional. Con sus 1'22 goles por partido, mejora sus cifras con el Tottenham (0'64 goles/partido) y con Inglaterra (0'70 tantos/encuentro).
Básicamente, en estos primeros meses de temporada está mejorando su nivel ofrecido en el Tottenham, tanto a nivel goleador como asistente. No sólo define y marca, sino que participa y asiste para que sus compañeros también se vean beneficiados. El conjunto bávaro ha recuperado la mordiente en ataque, vuelve a tener un faro al que acudir cuando los partidos se complican y, en términos colectivos, siguen siendo uno de los equipos más en forma del fútbol alemán, europeo y mundial.
Harry Kane, el eterno obrero del gol. En Inglaterra, primero, y en Alemania, ahora, está demostrando tener la mordiente y el olfato goleador intactos.
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