El Norwich no está firmando una buena temporada en Premier League. A falta de muchas jornadas para el final de la temporada liguera, cuando existe una gran pelea por el título y cuando la cuarta plaza europea tiene muchos candidatos, los de Carrow Road parecen ser presos de un descenso virtual que va ganando peso y protagonismo jornada tras jornadas hasta que, parece, se confirme de forma oficial y matemática.
Su situación parece tener solución, pero exige y obliga a un final de temporada de altos vuelos conjuntando un enorme porcentaje de victorias en casa y a domicilio, y que sus rivales por la salvación sumen menos puntos. Es evidente y claro que matemáticamente hay un horizonte más cercano de lo que puede parecer, pero son sus sensaciones, sus partidos, lo que ofrecen durante sus encuentros, lo que preocupa realmente.
El Norwich es conocido en Inglaterra como el 'Equipo Yo-yo' y no es de extrañar. Un equipo que está muy cómodo en Championship, lo que le provoca que consiga el ascenso. Sin embargo, es en la Premier League donde viven sus peores tardes. Da la sensación que se le queda pequeña la segunda categoría y, en cambio, demasiado grande la élite.
Un equipo que sube y baja, que asciende y desciende. Por ello su calificativo y por ello que muchos ya asuman en Carrow Road que, viendo la clasificación, puedan ser uno de los equipos con menos esperanzas en la batalla por no caer en el pozo del descenso.
El reparto televisivo de la Premier League permite que el colista del campeonato baje de categoría con un colchón económico de cerca de 90 millones de libras. Una gigantesca cifra de dinero que puede servir de ayuda la temporada siguiente en Championship. Los Canaries parece que lo reciben como agua de mayo y es ahí, en segunda categoría, cuando vuelven a ofrecer sus mejores dotes futbolísticas.
Fueron campeones del Championship 2018-19 con 94 puntos y ascendieron. Un año después, con sólo cinco victorias, firmaron la caída a los infiernos ingleses.
Ganaron el Championship 2020-21 con sólo siete derrotas en 46 jornadas y ascendieron. Ahora muchos aseguran que tienen todas las de perder y regresar.
Una dinámica que, parece, asegura alegrías y tristezas cada dos años respectivamente. Muchos ya empezarán a pensar en un ascenso rutinario si finalmente se concreta el descenso de categoría esta campaña.
