Se presenta un curso igual de ilusionarte como exigente. Tras una campaña en la (como todos) cayó rendido al imponente ritmo competitivo del Manchester City, los de Anfield deberán dar un paso adelante para volver a ser considerados candidatos al título liguero inglés.
Los 'reds' parecen haber dejado atrás su irregular y casi quebradero de cabeza vivido la pasada temporada. La exigencia de defender título, el autoritario criterio deportivo del City y una lista de lesiones que parecía crecer semana tras semana, convirtieron una ilusionan temporada en un calvario. Ahora, con las aguas en calma, con la tranquilidad del reinicio, del nuevo inicio con todo en juego y todo por delante, las ilusiones parecen estar de nuevo con las pilas cargadas.
Sin embargo, la figura de Jurgen Klopp tendrá un reto extra, más individual, personal incluso. La figura del técnico alemán, pese al título europeo de 2019, pese a volver a ganar la Premier League tras 30 años de sequía, tuvo momentos de preocupación e incluso se habló en materia de rumores que su futuro podría comenzar a abrirse más allá de los límites territoriales que marca el Merseyside.
La temporada del Liverpool fue muy irregular. Con muchas condiciones, con un contexto alejado de lo habitual, con una lista de barreras que parecía crecer semanalmente, pero en términos objetivos el rendimiento del equipo bajó respecto a años anteriores. Evidentemente, la cosa no fue a mayores y Klopp nunca fue cuestionado oficialmente por el club.
¿Por qué va a ser una temporada importante para el alemán? Por dos razones, principalmente.
La primera, porque el curso pasado fue un retroceso. Objetivamente, fue ir hacia respecto a años anteriores. Por ello, deberán volver a dejar claro por qué son considerados uno de los equipos más temidos del Viejo Continente.
La segunda, porque un nombre empieza a sonar como potencial sustituto de Klopp en el banquillo. El extraordinario trabajo de Steven Gerrard en Escocia como entrenador del Rangers está dándole muchos titulares en las islas británicas. Su progresión en los banquillos está siendo demasiado rápida. Mucho más de lo esperado. Es, sin duda, el futuro entrenador del Liverpool. Más tarde o más temprano parece ser una historia escrita que sólo espera una fecha oficial para confirmarse. Por ello, con Gerrard ya asomando en el horizonte, quizás un mal año de Klopp podría ser la oportunidad y momento perfectos para que 'Stevie' vuelva a casa.
Jurgen no está cuestionado ni la presión será estratosférica. Todo dentro de los márgenes lógicos que se esperan de uno de los proyectos más poderosos de Inglaterra y Europa. Sin embargo, como empiecen a aparecer dudas y el rendimiento del equipo no convenza, quizás el futuro del germano pueda ser tema de debate en los medios ingleses.
Por todo ello, quizás sea una temporada importante para él.
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