El Newcastle disputará la Champions League 2023-24 tras firmar una temporada competitiva, rentable y muy positiva. El conjunto de St. James' Park ha brillado con luz propia con un proyecto de lo más interesante que ha convencido a conocidos y extraños a partes iguales y tendrá, como premio final, en la disputa de la Copa de Europa un galardón tan merecido como exigente.
El actual proyecto comenzó a finales de 2021, cuando oficialmente se produjo el cambio de propietarios con el adiós de Mike Ashley en favor de Yasir Al-Rumayyan como máximo representante. Todo se inició aquel mes de octubre y sigue teniendo una continuidad que, por ahora, nadie sabe dónde tiene el techo.
Es el nuevo reto del Newcastle United. Ver hasta dónde son capaces de llegar en la máxima competición continental. Ver cómo les podría afectar una mayor carga de partidos en el calendario. Ver de qué es capaz la institución a la hora de reforzar la plantilla.
Eddie Howe llegó al banquillo el 8 de noviembre de 2021, cuando el Newcastle era penúltimo en la clasificación, a cinco puntos de la salvación, con una preocupante situación deportiva cuyo incendio debían apagar lo antes posible para evitar problemas mayores. Y todo salió a la perfección. Al final de aquel curso, los Magpies finalizaron undécimos, pero cerca de los puestos europeos y a 14 puntos del descenso.
Un auténtico paso adelante. Una salvación firmada con contundencia y autoridad que suponía el primer paso para sacar adelante el ilusionante proyecto que ya se había instalado en Newcastle-upon Tyne.
El Newcastle disputará la próxima edición de la Copa de Europa por méritos propios, tras firmar una temporada ilusionante, competitiva, cumpliendo con las bases, rompiendo límites y barreras, creando nuevos retos y, ahora, confirmando que lo iniciado en la segunda mitad de la temporada 2021-22 no era fruto de la casualidad.
Han creado un nuevo reto. Un nuevo reto ilusionante que, a su vez, deben estudiar y barajar con control, sin exageraciones, sin metas inalcanzables. El sorteo de la fase de grupos dictará sus primeros pasos, la exigencia (mayor o menor) y las opciones que podrían tener realmente. Sin embargo, incluso que obtengan un grupo asequible, o más sencillo respecto a otros, no debería olvidar la velocidad de crucero que tiene el proyecto.
Paso a paso, jornada tras jornada, y el tiempo dirá. Pensar que, por sus resultados positivos o el potencial económico de sus propietarios, deben optar a ser semifinalistas o, directamente, campeones, sería un error inmenso. Un error porque sus recientes pasos adelante (salvarse ante una situación complicada y volver a Europa) han llegado en muy poco tiempo y puede tergiversar la realidad de la base.
El nuevo reto del Newcastle United tiene en Europa un punto importante esta temporada.
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