David De Gea ya tiene el estatus de institución en el Manchester United. No es ninguna exageración. Suma ya diez años en el club inglés y su nivel ha ido creciendo con el paso de los años hasta ser considerado uno de los mejores porteros del mundo.
Su etapa en Manchester ha tenido situaciones para todo tipo de comentarios. Altibajos que han creado una gráfica irregular, pero cuya tendencia es la mejoría, la línea recta que vive en las últimas temporadas. Es una realidad. Su importancia y caché no son casuales. La confianza del club en sus servicios es tal que está entre los jugadores mejor pagados del país.
Con permiso de Cristiano Ronaldo y sus goles salvadores en varias noches, De Gea es uno de los mejores jugadores de la plantilla. Su papel ya no es el de aquel joven portero que apuntaba maneras tras destacar desde abajo en el Atlético de Madrid y que sólo era considerado una excitante promesa. Excitante, prometedora, pero promesa al fin y al cabo.
El guardameta del Manchester United vive un estado de forma extraordinario. Sus actuaciones individuales le permiten al club del Teatro de los Sueños seguir sumando, evitar tropiezos y ya es rutina que en cada uno de los partidos deje una media de dos o tres paradas de muchísimo mérito. Evidentemente, su seguridad ha crecido como la espuma, y eso sólo puede traducirse en beneficios para los suyos.
Ha dejado atrás su desconfianza, aquellos meses en los que desde España se le cuestionaba constantemente, más todavía cuando debía defender la camiseta de la Selección Española. Transmitía el desconcierto que sus acciones provocaban. Jugadas con mala colocación, salidas en falso, mal entendimiento con sus compañeros. Todo tenía un aura preocupante porque se trataba de uno de los porteros más relevantes del momento.
Pero, insisto, aquello es historia. Ya no existe. Su seguridad es mayúscula, sus reflejos dejan claro que ha pasado la revisión con nota alta y Ralf Rangnick duerme tranquilo por las noches sabiendo que el guardián de su portería firma las mejores paradas de la jornada semana tras semana.
David De Gea no sólo ha mejorado, no sólo ha instalado la regularidad en su rutina, sino que ha dado un importante paso adelante que le permite ser considerado una de las estrellas máximas de la mediática Premier League y ser una pieza vital en el Manchester United.
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