Marcelo Bielsa despierta los mismos amores que rechazos. El técnico argentino ha encontrado en Leeds una etapa repleta de altibajos, de irregularidad, de tardes gloriosas e imborrables, de tardes negativas y para el olvido.
Su Leeds se ha caracterizado por ser un equipo sin complejos, atrevido, directo, cuyos partidos se traducen en una montaña rusa. Pero ese vértigo, ese aparente descontrol, puede provocar que en muchas ocasiones no se cumplan los intereses deseados.
El estilo directo y ofensivo es capaz de brindarles grandes tardes de fútbol y, a su vez, hacerles sufrir la más dolorosa de las goleadas en contra. Su tendencia a los metros finales del campo contrario provoca un gran protagonismo ofensivo, pero tiende a su vez a dejar espacios que, en muchas ocasiones, los equipos rivales son capaces de aprovechar.
Su oferta futbolística tiene dos caras. Dos caras de la misma moneda existente en Ellan Road. Si la pasada temporada, en su vuelta a la élite del fútbol inglés, los resultados fueron positivos y consiguieron fácilmente el premio de la permanencia, esta, en cambio, la dinámica está siendo antagónica.
El Leeds es un equipo frágil, cediendo protagonismo, encajando una cantidad muy preocupante de goles y su dinámica empieza a ser preocupante. La figura de Marcelo Bielsa está siendo muy cuestionada seriamente por primera vez desde su llegada a la ciudad inglesa.
Su estilo (el mismo de siempre como técnico de los Whites) comienza a tener consecuencias negativas y la caída libre de su equipo empieza a ser preocupante porque no parece tener pausa. Su estilo ya no genera confianza, ya ofrece más pérdidas que beneficios y el rumor de una supuesta destitución ya no es un mero rumor.
Los goles encajados no parecían tener tanta relevancia cuando el equipo, evidentemente, siempre marcaba más. Marcar más goles que el rival es el fundamento básico del fútbol, pero ahora, que ya no ocurre, se ha convertido en la gran puerta de salida de sus objetivos.
El Leeds encaja goles con una preocupante facilidad que, si los goles a favor no llegan, evidentemente, gira la misma moneda, ahora en su contra.
En Ellen Road muchos ya rezan a sus referentes para atraer la energía positiva suficiente para que la caída en picado del Leeds no tenga la más trágica de las consecuencias: el descenso.
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