No busques sentido o coherencia en las siguientes líneas. Son puntos independientes, a modo diario. Todos ellos importantes, al menos para mí, pero no crean un camino conjunto.
Algunos pensamientos sobre el Valencia CF actual:
La ilusión sigue, pese a todo. La ilusión existía y latía antes de que llegara Meriton y sus súbditos.
Ojalá se vayan, sinceramente. La situación no se sostiene, y no debería continuar mucho tiempo. Debería, claro. Me temo que a corto plazo no hay remedio.
Los periodistas que reparten carnets de valencianismo deberían limitarse a sacar noticias de vez en cuando, que parece que se les ha olvidado de qué va esto.
Mienten descaradamente. Saben que lo hacen. Saben que no engañan a nadie. Y les da igual.
El Valencia sigue siendo la excusa para viajar mentalmente a mi tierra. Es la principal razón de seguir apoyando a algo que da más disgustos que alegrías.
El Valencia somos nosotros.
Esta temporada no hemos bajado, pero veo complicado que no ocurra dentro de unos meses. Duro, cruel, pero realista. Son ya demasiadas veces jugando con fuego. Ya sabes lo que pasa cuando juegas con fuego.
Si el descenso es la solución para que se vayan, no me importaría que ocurriese. Mestalla seguiría brillando, vibrando, latiendo y animando igual.
La afición del Valencia no es racista. València es un lugar maravilloso y no racista. Hay casos concretos que ya han sido denunciados y apartados. Lo que ha pasado ha sido una campaña de desprestigio manejado, manipulado e injustamente tratado. ¿La pena? La gente que cayó y se lo creyó.
El Valencia existía antes de Meriton y existirá después de Meriton. Lo que estamos viviendo es el tramo intermedio que no parece tener final. Pero acabará. Claro que acabará. Habrá que ver en qué situación, en qué estado.
No cambia nada. No cambiará nada. Todo lo anteriormente expuesto, no servirá de nada. Simplemente, a modo expositivo e intentando que, si es cierto eso de que la energía se mueve y renueva, pueda cambiar algo.
Comments