Cuando eres bueno en algo, pronto llegarán críticas de Hacendado, de esas que no tienen sentido, con argumentos estériles, privados de validez, porque su gran base, su gran fundamento tiene nacimiento, quizás, en la envidia, o en el deseo no-satisfecho del que ve con recelo, en su distancia, el éxito ajeno. Críticas de esas que entran y salen con la misma rapidez, o así debería ser.
Resulta pues, que los equipos ingleses fracasan en Europa. Así, rotundamente, sin anestesia. Resulta que si no ganas un torneo europeo, fracasas, eres un mierda, no vales nada. Es decir, si llegas a una semifinal continental, o si llegas a perder una final, fracasas. Maldita sea. No tiene ningún mérito ser uno de los 4 mejores equipos del viejo continente (como el Manchester City hace dos temporadas), con perder una final europea (como el Liverpool hace dos temporadas), o sin hablar ya de los 3 títulos (Liverpool, Manchester United, Chelsea) en los últimos 15 años. Que no. Fracaso total.
Llevas todo el Bachillerato dándolo todo para conseguir tu nota media de 10, pero obtienes una media de 9,45 tras el Selectivo. ¡Un 9,45! Pero no, habrás fracasado, porque no has conseguido el 10, no has sido perfecto. "¡Fracasado!", gritarán mientras te señalan en esas oscuras calles de la demagogia.
Antes, porque su nivel de títulos era bajo. "El fútbol inglés fracasa en Europa". La de veces que he leído ese titular, siendo mentira. ¿Ha sido perfecto? ¡No, claro que no! Pero de ahí a fracasar hay un largo trecho. O negro, o blanco. O mar o montaña. O día o noche. Así funcionan las voces populares hoy en día. No puede valorarse un gris, un pueblo con playa y montaña a 30 kilómetros, ni un atardecer o amanecer. ¡No!
Bien. Ese era el argumento hasta el pasado verano. Ahora, con unos equipos ingleses brillando en Champions League, la excusa es otra. Inglaterra tiene la histórica cifra de 5 clubes representándole en la máxima competición europea, con su mayor porcentaje de dificultad, ya que al tener mayor número de representantes, mayor será el porcentaje de error, el riesgo de caer. No será lo mismo valorar el 100% de victorias del fútbol azerí (en caso de ocurrir, y con todo el respeto para su fútbol) que el 100% de victorias inglesas. No es lo mismo tener 1 representante que 5. Pero ni aún así ocurre. Ni aún así hay gente que valora el potencial inglés en Europa.
Ahora toca hablar de dinero, de inversiones. El fútbol ya no es la prioridad. "Claro, ¿cómo no van a triunfar si se gastan más dinero que nadie?". Nada, nunca lo hacen bien, pese a tener a sus 5 representantes líderes de grupo en esta Fase de Grupos 2017/18. Nunca tienen éxito, nunca se les valora como el resto, nunca parece tener adeptos aquí en este territorio nacional que, por otro lado, lleva años dejando que desear. Pero eso es otro tema que aquí no entraremos a valorar.
Damas, caballeros. El fútbol inglés brilla. Brilla mucho. Su haz de luz es el más resplandeciente desde hace años, y no es nuevo. Esta bombilla lleva años brillando, pero no al cien por cien, claro, pero tampoco al cero por ciento, como afirman esas voces necias que ven cómo sus grandes jugadores ponen rumbo a las islas británicas verano tras verano.
